HOUSTON. Al menos en lo demostrado en el segundo partido ante los Thunder, el equipo más joven de la NBA, que les dio una lección de juego de conjunto. Una vez más, los campeones se pudieron quedar con el triunfo por 95-92, gracias a las genialidades del escolta Kobe Bryant, que anotó 39 puntos, incluidos 13 desde la línea de personal.
El entrenador de los Lakers, Phil Jackson, que se había quejado antes que diese comienzo la eliminatoria del "favoritismo" con que los árbitros trataban al alero estrella de los Thunder, Kevin Durant, consiguió su objetivo.
Los árbitros permitieron que Bryant hiciese 15 tiros desde la línea de personal por sólo seis para Durant, una proporción que es la que más le gusta al entrenador de los Lakers y en la que la estrella de su equipo no recibe ningún tipo de "favoritismo".
Del resto del partido, nada que rescatar en cuanto al juego de conjunto de los Lakers, que volvieron a tener también a la figura del ala-pívot español Paul Gasol, que logró un doble-doble monumental de 25 puntos y 12 rebotes para ser el otro pilar que permitió el triunfo de los campeones que tienen ventaja de 2-0.
Mientras que Durant lidero el ataque de los Thunder al conseguir 32 puntos, incluidos cinco que anotó desde la línea de personal, por los 13 de Bryant.
En lo que va de los dos partidos disputados, los árbitros han permitido a Bryant 27 tiros de personal para que anote 20, mientras que Durant ha hecho 17 lanzamientos libres y conseguido 14 tantos.
El tercer partido se disputará el próximo jueves, en Oklahoma City, y al margen de cual sea el resultado, los Thunder ya han logrado el gran triunfo de confirmar una vez más que los Lakers, como conjunto, no son el mejor equipo de la NBA ni tampoco hacen el mejor baloncesto.
Menos oportunidad hubo de comprobar el juego de conjunto en el partido que disputaron los Celtics de Boston contra los Heat de Miami después que los primeros lograron una racha de 44-2 que les permitió ganar fácil 106-77 a los Heat de Miami y ponerse también con la ventaja de 2-0 en la serie al mejor de siete partidos.
El escolta Ray Allen con 25 puntos, incluidos siete triples y cinco de ellos en el tercer periodo, fue el líder del ataque de los Celtics que también tuvieron al alero Glen Davis como el factor sorpresa al ocupar el puesto del suspendido Kevin Garnett y responder con 23 puntos y ocho rebotes.
La gran aportación de Davis hizo que la ausencia de Garnett no dejase de ser más que una anécdota y confirmase que la estrella de los Celtics tiene un buen jugador en el banquillo que puede darle buenos minutos de descanso, sin necesidad de verse envueltos en peleas que le cuesten suspensiones y multas.
A pesar del triunfo de los Celtics queda por ver si son realmente el equipo con aspiraciones al título, dado que su rival los Heat volvió a dar la peor de su imagen y sólo el escolta Dwyane Wade con 29 puntos se salvó de un pobre espectáculo deportivo que dio el resto de los jugadors.
Los Hawks de Atlanta volvieron a confirmar que tienen lagunas a la hora de mantener la regularidad en su rendimiento pero fueron mucho mejor equipo que los Bucks de Milwaukee a los que ganaron por 96-86 para ponerse con la ventaja de 2-0 en la eliminatoria.
Una marca que no tenían en una serie de la fase final desde la temporada de 1970 y lo consiguieron gracias al trío formado por el escolta Joe Johnson, el alero Josh Smith y al pívot dominicano Al Horford.
Johson con 27 puntos fue el líder del ataque y su figura destaco en el cuarto periodo cuando con una racha de siete puntos consecutivos permitió a los Hawks volver a tener dobles dígitos en el marcador y no permitir que los Bucks completasen la remontada.
Smith se quedó a las puertas de un triple-doble al conseguir 21 puntos, 14 rebotes y nueve asistencias para confirmar que es uno de los jugadores con los que los Hawks esperan superar sin problemas la primera ronda de la fase final.
El alero de los Hawks se convirtió en el cuarto jugador que en un partido de la fase final logro 20 puntos, 8 rebotes, 8 asistencias y tuvo un 80 por ciento de acierto en los tiros de campo.
El último en conseguirlo fue el escolta Mitch Richmond, el 2 de mayo de 1989, antes lo había logrado el legendario Magic Johnson, el 1 de junio de 1982 y el mítico Bill Russell fue el primero el alcanzar esa marca el 19 de abril de 1965.
Mientras que sucede lo mismo con Horford que es junto con Smith el jugador más dominante que tienen los Hawks bajo los aros y en su juego defensivo.
Horford aportó también un doble-doble de 20 puntos, 10 rebotes, tres tapones y dos recuperaciones de balón para dominar bajo los aros ante la ausencia, con los Bucks, del pívot australiano Andrew Bogut, que es baja por lo que resta de competición.
Más fácil y contundente fue el triunfo que lograron los Suns de Phoenix ante los Trail Blazers de Portland al ganarlos por paliza de 119-90 después que en el primer partido lo habían perdido por 100-105 para dejar empata a 1-1 la serie.
Esta vez la maquina encestadora de los Suns funcionó a la perfección con el base canadiense Steve Nash en la dirección e imposición del ritmo de juego y el escolta Jason Richardson de ejecutor efectivo.
Nash aportó un doble-doble de 13 puntos con 16 asistencias, mientras que Richarson lideró el ataque con 29 tantos y 6 rebotes.
El veterano alero Gran Hill brilló con 20 puntos y el ala-pívot Amare Stoudemire llegó a los 18 con siete rebotes para dejar que los Suns tuviesen un 52 por ciento de acierto en los tiros de campo, comparados al 38 de los Trail Blazers, que esta vez si sintieron la ausencia del escolta Brandon Roy, lesionado.