Bilbao. Quiere volver a competir de verdad. A acariciar sus registros supremos. A limar su versión más perfeccionista. "Superarme es prácticamente imposible". En mayo llegará a los 38 años y tiene correa para "un par de añitos más". Cristina Petite ajusta el retrovisor y se acuerda de las veinte veces que ha sido internacional, de los cinco mundiales de campo a través en los que ha participado y de las nueve ocasiones en las que ha sido campeona de Euskadi. Desde ayer, diez. Sobre el endiablado circuito de Zornotza, donde el frío cortaba la respiración y el aire y la lluvia hacían las piernas granizo, no sentía los pies tras cruzar la meta: "Si me cogen la zapatilla se llevan todo en uno", recuperó sensaciones. En 1994, Petite conquistó su primer oro en la hierba vasca. De eso hace ya 16 años. Su niño Unai, de cuatro años, del que le cuesta Dios y ayuda despegarse, fue testigo del triunfo. Jauregibarria, embarrado, deslizante, brusco al extremo, acogió un bonito duelo entre Petite y la navarra Vanesa Pacha, fuera de concurso. Un mano a mano entre las dos piernas más rápidas del trazado casi desde los primeros compases. Sólo Ainhoa Sanz, Iraia García, Nerea Abrego, Maite Arraiza y Maitane Melero aguantaban en cabeza el ritmo del binomio en los primeros metros. Fueron cediendo poco a poco las corredoras perseguidoras y asomaba la cabeza la portuguesa que reside en Zornotza Aparecida Mendes para colocarse junto a su compañera de equipo Petite. Pero serían la navarra del Hiru Herri y la vizcaína las que protagonizarían el pulso. Pacha tomó ventaja y terminó sacando cinco segundos a Petite, pero la navarra no optaba al título vasco. Tampoco pudo disputar la medalla la campeona de Bizkaia Leire Medina, baja de última hora por la muerte de su padre. El podio de Jauregibarria lo completaron Ainhoa Sanz e Iraia García. "He estado bien, a gusto, mejor que el otro día en el Campeonato de Europa por clubes, este barro no es como aquel, que era como una ventosa, éste deja correr, mientras que el del parque Etxebarria te agarraba", ilustró Petite. Ganó también el Atletismo Santutxu la prueba a nivel de clubes en senior femenino (21 puntos), mientras que segundo fue Goierri Garaia (51) y tercero, La Blanca (67). En la cita de senior masculino, fue el infalible Iván Fernández el que se llevó el premio. El alavés mantiene así su idilio con el trazado vasco, por el que lleva atravesando sus brazos en alto por meta desde 2004 cuando ya siendo un juvenil besó el éxito. Después, de nuevo la victoria como junior, promesa y senior. "A ver si podemos seguir así año tras año y cuantas más txapelas mejor", proclama. Todos los años avanzan con su nombre escrito en el palmarés. Ayer tuvo que apretar el corredor del Abel Antón para ganar al marroquí Abdelilah El Manaia, que no pujaba por la presea. Pero a Iván no le bastaba un segundo puesto con escalón al campeonato de Euskadi. Y lo demostró desde el inicio el pupilo de Martín Fiz. En las primeras vueltas se fueron los dos crossistas, abrieron brecha y únicamente Antonio Echeverria les veía las espaldas. Así se desarrollaron los 11.550 metros del enrevesado trazado zornotzarra hasta que en los últimos coletazos lanzó el sprint Iván Fernández y por tres segundos fue más rápido. El más veloz. "Esperaba haberme ido antes pero cuando tiraba me encontraba cansado de piernas, porque ha sido una semana difícil, y he preferido jugármela al final porque sabía que era más rápido que él y he podido hacerme con la victoria", comentó el campeón de Euskadi. Eñaut Insausti fue quien ocupó el segundo cajetín del podio e Imanol Cruz, el último. El club de La Blanca, con 69 puntos, se llevó el triunfo por equipos por delante de Txindoki (73) y Goierri (103).