REAL MADRID Tomic (6), Jaric (8), Velickovic (2), Llull (21), Kaukenas (4) -cinco inicial-, Lavrinovic (6), Reyes (9), Prigioni (7), Garbajosa (10), Bullock (7) y Vidal.

BIZKAIA BILBAO BASKET Warren (13), Moiso (8), Rodríguez (2), Mumbrú (9), Hervelle (16) -cinco inicial-, Vázquez (3), Seibutis, Markota, Banic (10), Salgado (19) y Blums (7).

Parciales 18-16, 27-25, 13-26, 22-20.

Árbitros Hierrezuelo, Sánchez Monserrat y Martínez Díez.

Pabellón Vistalegre (9.000 espectadores).

madrid. El Bizkaia Bilbao Basket acudirá pletórico de moral a la cita que el próximo viernes tiene con el Caja Laboral en los cuartos de final de la Copa del Rey. El combinado que dirige Fotis Katsikaris se impuso ayer en Vistalegre a un Real Madrid que desconcierta y poco a poco va perdiendo la estela de Barça y Baskonia, los dos primeros clasificados de la ACB.

El Real Madrid comenzó frío el partido. Sin tensión, sin fuerza y sin acierto en ataque. Pareció más centrado en adquirir automatismos para la Copa: defensa en zona tras un ataque fallido, o presión después de triple o tiros libres. El Bilbao Basket no era, a priori, un rival demasiado peligroso y sí un sparring adecuado para hacer pruebas. Pero todo se torció en un tercer cuarto en el que los vizcaínos se destaparon con un parcial de 13-26 que sentenció el choque. Un par de destellos de Llull y Jaric fueron suficientes para mandar casi siempre en el marcador y hubiera servido para decantar casi definitivamente el resultado de no haber estado en cancha un Javi Salgado en estado de gracia, con dos triples imposibles en acrobática postura y en el límite del tiempo, entre otras lindezas.

Pese a todo, el Madrid se fue al descanso con cuatro puntos de ventaja y con Velickovic, que salió de titular, jugó tres minutos y pasó al banquillo, castigado, por su entrenador.

Un error aquí, una probatura allá, un par de decisiones arbitrales muy protestadas en Vistalegre y el Bilbao se metió en el partido, 56-57, quizá porque el Madrid de tanto mirar al futuro se le olvidó que también había que ganar ayer. El equipo vasco se creció con el marcador y alcanzó siete puntos de renta, 56-63, en el minuto 28, cuando Messina ya había tocado a rebato entre su plantilla. Al final del tercer cuarto eran nueve los puntos de desventaja local, 58-67.

Hervelle, que rozó el triple doble (16 puntos, 11 rebotes y 8 asistencias) se sacó la espina ante sus ex compañeros y fue el jugador más destacado del duelo.