REGAL BARCELONA Basile (16), Ricky (3), Mickeal (13), Ndong (6), Morris (4) -cinco inicial-, Lakovic (10), Navarro, Vázquez (7), Sada, Lorbek (12), Grimau (8), Trías.
ASEFA ESTUDIANTES Oliver (2), Lofton (20), Suárez (13), Popovic (6), Caner-Medley (4) -cinco inicial-, Driesen, Clark (9), Granger (4), Gabriel (10), Beirán (2).
Parciales 24-13, 42-36, 17-15, 20-19.
Árbitros Perea, Conde, Soto. Sin eliminados.
Pabellón Palau Blaugrana, ante 6.000 espectadores.
barcelona. Es difícil determinar quién y cuándo detendrá la espiral de victorias incontestables en la que se ha visto inmerso el Barça de Xavi Pascual. El equipo catalán, polémica derrota en Belgrado al margen, lleva camino de batir todos los registros tanto a nivel doméstico como en Europa. La facilidad con la que despacha a cuantos rivales se cruzan a su paso resulta pasmosa. Si el jueves sonrojó al actual campeón continental con una exhibición de autoridad, ayer volvió a colocarse el traje de diario para solventar a medio gas un encuentro que quizá hace unos años habría tenido historia.
La cosa se puso fea para Estudiantes desde el comienzo. Los diez puntos que le había endosado el equipo blaugrana en los primeros diez minutos del encuentro invitaban a pensar en otro triunfo obsceno de un equipo que no suele levantar el pie del acelerador ni siquiera cuando constata que su víctima ha perdido el pulso. Sólo el pundonor de los jugadores estudiantiles, especialmente beligerantes en el rebote ofensivo, evitó que el duelo hubiera quedado resuelto al descanso.
Fue precisamente eso, el carácter indomable de un club histórico, lo que mantuvo al cuadro madrileño en el partido hasta el epílogo. Un arreón visitante logró reducir distancias (33-29), pero Basile, letal desde la línea de tres, mantuvo el orden ante la ausencia de un Navarro poco entonado. El menor protagonismo ofensivo del escolta azulgrana cedió más espacios para el lucimiento de otros compañeros. Mickeal y Lorbek tomaron el relevo tras el descanso. Ambos mantuvieron las distancias en un marcador que el Estudiantes, de la mano de un excepcional Chris Lofton, trataba de enjugar. El equipo estudiantil llegó con vida al último episodio del partido. Pero resultó inútil. De nuevo Basile y un inspirado Roger Grimau distanciaron al Barça, que volvió a abrir la brecha de la decena de puntos (70-56), a falta de cinco minutos para el final del choque. Sin embargo, el Estudiantes intentó un último arreón, pero fue rápidamente desactivado por un Barça que encara la Copa como gran favorito.