vancouver. Georgia va a hacer de tripas corazón y mantendrá su participación en los Juegos Olímpicos de Vancouver pese al desgraciado accidente que le costó la vida, mientras entrenaba, a uno de los componentes de su expedición a Canadá. Nikoloz Rurua, ministro de Deportes y Cultura de la república, señaló ayer que el equipo olímpico de su país seguirá adelante con su participación, pese al fallecimiento del piloto de luge Nodar Kumaritashvili. "En Pekín 2008 el equipo de Georgia compitió pese a que Rusia había invadido nuestro país. Ahora no va a ser diferente. Estamos todos consternados, pero vamos a seguir adelante. Nuestros atletas quieren ser leales al espíritu olímpico", manifestó Rurua.
De hecho, durante el desfile de su equipo en la ceremonia de apertura de la noche de ayer los deportistas llevaron crespones negros y también se colocó otro en la bandera nacional de Georgia. El ministro de Deportes georgiano quiso precisar que Nodar Kumaritashvili era un deportista capacitado y preparado, y que son infundados los comentarios que ha escuchado y que apuntaban a que la inexperiencia del atleta fue una de las causas de su fatal accidente.
Rurua apuntó que no conocía personalmente al atleta fallecido y matizó que era originario de una región, Bakuriani, muy vinculada a los deportes de invierno, sobre todo durante la época en la que Georgia formaba parte de la Unión Soviética. Además, informó de que un primo de Nodar es entrenador y se encuentra en Vancouver con el equipo olímpico de su país. El resto de su familia sigue en Georgia.
investigaciones La Federación Internacional de Luge, en cualquier caso, ratificó ayer que tras investigar el accidente queda demostrado que fue el resultado de un error humano y no por defectos de la pista de Whistler, considerada de las más rápidas del mundo. La FIL agregó que "no había indicio alguno de que el accidente fuera causado por deficiencias en la pista".
La federación entiende que Kumaritashvili "entró tarde en la última curva y que, aunque trató de corregir el problema, finalmente perdió el control del trineo y tuvo el trágico accidente". Nodar Kumaritashvili perdió el control de su trineo a alta velocidad, salió despedido fuera del trazado por la parte exterior del mismo y acabó golpeándose violentamente contra un pilar de la instalación de Whistler. El accidente sucedió en la última curva del trazado, bautizada como Thunderbird, en la última sesión de entrenamientos antes de la competición.