Johannesburgo. Feliciano López volvió a experimentar ayer, más de cinco años después, lo que es levantar un torneo ATP tras imponerse en la final del Abierto de Sudáfrica al francés Stephane Robert por 7-5 y 6-1 en una hora y 13 minutos.

Feli no sabía lo que era ganar un título ATP World Tour desde que se impusiese en la final del torneo de Viena al argentino Guillermo Cañas en octubre de 2004. El toledano perdió las tres finales que disputó desde entonces.

El título de ayer, ante el jugador número 100 de la clasificación ATP, comenzó a gestarlo el sábado, cuando se impuso contra pronóstico al principal favorito del torneo, que se ha disputado sobre pista dura, el también francés Gael Monfils, a quien derrotó en tres mangas en un partido muy ajustado.

El toledano, que ha comenzado el curso con buena nota tras su buena impronta en el Open de Australia -en el que cedió en tercera ronda ante el estadounidense Andy Roddick-, dilapidó las aspiraciones del jugador galo, verdugo en semifinales del alicantino David Ferrer, a partir de un efectivo servicio (11 aces). El español se mostró muy seguro con su saque durante todo el partido, tanto que no dio ni una sola oportunidad al francés de romperselo.