madrid. El Atlético de Madrid se despachó ayer con un fútbol de ensueño y una lluvia de goles para dejar casi sentenciado su pase a la final de la Copa del Rey (4-0). Simao, a los nueve minutos de juego, perforó la portería rancinguista. Reyes, poco antes del descanso, aumentó la ventaja. Y en el segundo periodo, con dos penas máximas, Forlán dio dos nuevos golpes de autoridad para que el equipo rojiblancon se convierta, si una desgracia en El Sardinero no lo remedia, en el principal favorito para disputar el título. Foto: efe