CHANGZHOU. La selección española femenina de balonmano dio ayer un pequeño paso para pelear por las medallas en el Mundial de China tras empatar (21-21) ante Hungría en el partido correspondiente a la primera jornada de la segunda fase del Grupo 2, lo que le sitúa momentáneamente en el liderato, con cinco puntos.

El conjunto nacional desaprovechó la oportunidad de afianzar su acceso a las semifinales tras firmar las tablas en los últimos segundos del lance ante el cuadro magiar, por lo que las de Jorge Dueñas deberán mantener la línea ofrecida en lo que va de certamen para ultimar su clasificación a semifinales ante Noruega y Rumanía, combinado al que se enfrentarán este mediodía (14.15 horas).

El combinado español volvió a rayar a un gran nivel en el apartado defensivo -en el que volvió a destacar una brillante Cristina González desde la portería-, quedándose esta vez algo estancado el ataque, bien frenado por la zaga centroeuropea, atrincherada con una disposición 6-0, que evitó la versatilidad de las españolas con constantes bloqueos y faltas, evitando los rápidos contragolpes. Síntoma de esos problemas ofensivos es el hecho de que la alavesa Eli Pinedo, más discreta ayer que las citas de la primera fase del campeonato, sólo pudo anotar un tanto.

Pese a todo, la iniciativa siempre estuvo del lado de la actual subcampeona continental. Ya desde el principio, España se puso por delante del marcador tras las acertadas acciones de Begoña Fernández y la insistencia de una desacertada Marta Mangué. Sólo la reacción defensiva de las húngaras les privó del pase a semifinales.