La actual es la undécima edición de Basque Internship at the Guggenheim New York, un programa de becas para jóvenes artistas a quienes se les facilita adentrarse en el ecosistema cultural de la ciudad norteamericana y conocer de primera mano todo lo que supone una institución de referencia mundial como el Museo Solomon R. Guggenheim. A lo largo de estos años, tres han sido las firmas alavesas que han conseguido hacerse con este apoyo, que se traduce, de manera esencial, en la estancia durante un mes en la llamada Gran Manzana. Fue Gala Knörr la primera en abrir un camino que luego siguió Jon Gorospe y que ahora va a recorrer Sara Berasaluce. Eso sí, de la última exposición de cualquiera de los tres en Vitoria ha pasado...
Los museos Guggenheim de Bilbao y de Nueva York realizan cada año esta convocatoria de manera conjunta. El programa ofrece una experiencia profesional en el campo artístico y museístico en diferentes departamentos del centro norteamericano. Además, permite entrar en contacto con otras personas, entidades y agentes culturales de la ciudad que se mueven en torno al museo. Todo ello, soportado en una ayuda económica que cubre gastos de desplazamiento y estancia.
Experiencia
A lo largo de unas cuatro semanas, la estancia en Nueva York se convierte en toda una sucesión de experiencias, con también consecuencias profesionales. Le pasa a Gala Knörr, cuya estancia supuso, entre otras cosas, entrar en el catálogo de la galería Pablo’s Birthday, donde ya ha realizado varias exposiciones.
Tanto ella como el también gasteiztarra Jon Gorospe cuentan ya con una dilatada trayectoria internacional a pesar de su juventud. El artista lleva ya años viviendo en Oslo, donde ha desarrollado innumerables proyectos y muestras, pero sin perder de vista exposiciones en Roma, Lisboa, París... En esa trayectoria también se encuentra esa estancia en Estados Unidos a través de esta ayuda, que fue de lo más fructífera. De hecho, él fue quien recomendó a Berasaluce presentarse a la convocatoria de este año.
La fotógrafa cuenta con un largo currículum, también en la gestión cultural. Es más, esta faz está siendo la que más tiempo y espacio está ocupando en su carrera en los últimos años. Esta presencia en Nueva York va a servir, entre otras cosas, para volver a sus proyectos personales y a su práctica artística.
En los tres, el Museo Solomon R. Guggenheim ha fijado su mirada en estos años para poder servirles una importante oportunidad de carácter internacional. Desde la pintura, en el caso de Knörr, y desde la fotografía, en lo que respecta a Gorospe y Berasaluce, se asientan las sendas de tres artistas que en su ciudad no siempre encuentran el eco que debieran.
A la espera de que en próximas ediciones del programa se sigan sumando más nombres procedentes del territorio, de momento es Berasaluce la que este otoño va a cruzar el Atlántico.