Tanto Askoa Etxebarrieta Lasheras, La Pulga, como Sonia Estévez necesitan de pocas presentaciones. La primera desde el baile y el flamenco, la segunda desde la creación audiovisual dentro del campo de la animación, siguen construyendo, con la capital alavesa como punto de partida, dos sólidas trayectorias creativas que han decidido volver a unirse. Lo hacen para presentar la próxima semana en el Federico García Lorca (centro cívico Lakua), el montaje Impureza. Serán dos días de representaciones (el 11 en euskera y el 12 en castellano), aunque el segundo ya tiene todo vendido.
Danza, música, voz, textos y obra visual se dan la mano en esta producción que se podrá ver el 11, día para el que todavía quedan entradas, y el 12, la jornada que ya tiene el cartel de completo puesto en la taquilla. En ambos casos, dentro de la programación primaveral de la Red Municipal de Teatros de Vitoria, la cita con el público se producirá a partir de las 19.30 horas.
¡Viva la mezcla!
La propuesta escénica, de poco más de una hora de duración, se estructura a través de tres partes. En la primera, a partir de mirarse a sí mismas, se habla de esos momentos en los que una persona "no se encuentra", en los que la idea de pertenencia no termina de encuadrarse. En la segunda, "hablamos de cómo terminas viendo que te puedes comunicar con otras personas de otras maneras", dejando atrás esa idea de "pureza". Así, en la tercera, recurriendo a las fiestas populares, se pone en valor la necesidad del encuentro, de la mezcla, de la impureza. Así lo explican las responsables de un proyecto que cuenta con el asesoramiento de otra creadora alavesa bien conocida como la bailarina y coreógrafa, Idoia Zabaleta, responsable de Azala.
"Impureza son seres impuros, remendados, mezclados". Así se relata en una propuesta que cuenta con la música de Manuel Jiménez Ballena, la voz de Mónica Núñez y los textos de Ainhoa Urien, entre otras aportaciones. Ahora llega el momento de compartir este trabajo con el público, algo que está a punto de suceder. Empieza así otro camino, el de las representaciones dentro de la que se espera sea una larga gira. Detrás quedan tres años de trabajo en este proyecto, cuyo germen se encuentra en una beca del Gobierno Vasco y que se ha desarrollado con diferentes residencias artísticas, también en otro centro de creación alavés como Garaion.