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Duluth, desde una calle de Vitoria

El cuarteto vitoriano publica su nuevo trabajo discográfico, un ‘Miravalles’ que ya está disponible

Duluth, desde una calle de VitoriaCedida

Las dudas atraviesan buena parte de las nuevas canciones que componen el trabajo del cuarteto nacido en la capital alavesa, más allá de que cada uno de los cortes de Miravalles cuente una historia diferente. Lo nuevo de Duluth es una realidad desde hace pocos días, seis composiciones que toman el relevo de su segundo disco, un Pilat que vio la luz en 2022. De momento, se ha optado solo por la versión digital, aunque no se descarta una posible edición limitada de vinilos ya que la portada “merece muchísimo la pena”, dice con una sonrisa Aitor Aguirre (guitarra y voz), que comparte camino musical con Ander Sevilla (bajo), Asier Erdozain (guitarra) y Gorka Etxebarria (batería).

Con calma. Con prisa. Parece un contrasentido, pero no lo es.Desconchada, La lluvia y Simulacro son algunas de las composiciones de Aguirre que se fueron grabando a lo largo del año pasado para conformar este disco. Temas que se registraron en los propios locales de ensayo con Sevilla a los mandos técnicos. “Fue algo muy diferente a estar en un estudio al uso, como habíamos hecho antes”, entre otras cosas porque en esta autoproducción los cuatro han ido marcando los tiempos, también en el proceso de mezclas, sin estar sujetos a calendarios cerrados y sesiones rápidas.

En un año, en un momento

“La verdad es que hemos pasado tardes y tardes con los temas. Pero llegó un momento en el que tuvimos que saber decir hasta aquí porque si no, nos podíamos perder. En algún momento tienes que soltar la canción que tienes entre manos”. Aquí está el resultado de ese proceso, de una apuesta que era necesario compartir ya con el público, entre otras cosas para, de manera interna, poder seguir trabajando con nuevas composiciones.

Portada de 'Miravalles', lo nuevo de Duluth

Pero esa labor pausada contrasta con el hecho de que tanto las seis canciones como el propio álbum tuvieron nombre el día antes de subir el conjunto a las plataformas donde ahora habita. “Decidimos llamarle Miravalles porque es la calle donde están los locales de Talde Gune, que es donde ensayamos. Podría parecer que la elección es por algo más poético, pero no. Queríamos hacer un poco de homenaje al tiempo que pasamos allí haciendo este disco. Empezaron siendo unas canciones muy importantes para nosotros. Pero con el paso del tiempo eso se desdibujó. Como banda, nos quedamos ahora con esos momentos vividos en el local echando risas, explorando sonidos... Es homenaje a esas vivencias”.

Emociones

De todas formas, el álbum ya no les pertenece. Ahora sigue sus pasos junto al público, y aquí, como es evidente, la respuesta de cada persona a la hora de encontrarse con cada una de las canciones es imposible de atrapar. “En cualquier caso, lo ideal es que el disco haga sentir algo, que funcione como catalizador para reflexionar y sentir”.

De momento, las presentaciones en directo tendrán que esperar ya que uno de los miembros de la banda no se encuentra en tierras alavesas. Eso sí, se espera que para verano, los cuatro puedan volver al local de ensayos para preparar los conciertos y encontrar algún escenario. Además, “tenemos hechas otras 15 canciones” y ahí que seguir trabajando. Así lo viene haciendo el grupo desde su puesta en marcha en 2017, un inicio “casi por casualidad” que trajo su victoria en el certamen Gazte Talent.