Zas se propone llevar arte contemporáneo a cualquier punto de Álava con una maleta
Pone en marcha la convocatoria Trashumantes Araba, que seleccionará a siete artistas para tomar parte en la iniciativa
En un territorio en el que hay muchos que pecan de no mirar más allá de la capital y en el que las instituciones no terminan de concretar sus planes de promover exposiciones de arte contemporáneo en distintos municipios, Zas Kultur quiere dar un paso al frente. Y lo hace maleta en mano. El espacio de la plaza San Antón está tomando una serie de medidas en los últimos tiempos para apoyar a los creadores. En ese marco se presenta Trashumantes Araba, un nuevo proyecto comisariado por Iñaki Larrimbe.
Dos son los ejes fundamentales de la iniciativa. Por un lado, seleccionar a siete artistas de entre los que se presenten a la convocatoria para desarrollar un total de 14 obras originales y específicas, a lo que se unirá una pieza explicativa del proyecto. Por otro, llevar a cabo la iniciativa en torno al concepto de otras ruralidades,, es decir, realizando “una invitación a mirar el mundo rural desde múltiples ángulos, alejándonos de los tópicos, los clichés bucólicos o las visiones nostálgicas”.
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Pasos a dar
La convocatoria está dirigida a artistas vinculados a Álava. Se seleccionarán siete creadores que producirán obras de pequeño formato (60 x 40 cm) en soportes rígidos proporcionados por la organización. Estas piezas pasarán a formar parte de la maleta, que viajará por el territorio, “activando conversaciones entre obra, contexto y experiencia compartida”, según explican desde Zas.
El local público, privado o asociativo que quiera contar con la exposición de las 15 obras previstas solo tiene que solicitarla
Este jueves se pone en marcha el plazo para presentarse, una convocatoria que se cerrará el 27 de abril. Cada artista seleccionado recibirá soportes rígidos y una aportación de 500 euros en concepto de honorarios y producción. De todas formas, como explica Larrimbe, se sigue trabajando en la búsqueda de financiación y apoyo.
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A partir de ahí, la maleta comenzará su recorrido. Se espera, incluso, que pueda ser antes del verano. Aquí, eso sí, entra en juego otro factor importante, el que tiene que ver con las localidades y espacios que quieran tomar parte en la iniciativa. No se les pide absolutamente nada. Así, la convocatoria está abierta a espacios culturales, sociales o comunitarios que quieran acoger una de las paradas de la maleta, sean lugares públicos, privados o asociativos.
Esta nueva propuesta, que tendrá su versión internacional, quiere ser otro punto de apoyo a los creadores locales
Además, se quiere que las exposiciones sirvan también para poder desarrollar actividades paralelas relacionadas con la iniciativa, como encuentros con artistas, talleres y otro tipo de propuestas. De hecho, este mismo jueves, para presentar de manera oficial Trashumantes Araba, se va a llevar a cabo una primera iniciativa en las instalaciones de Zas Kultur en la plaza San Antón.
A las 19.00 horas tendrá lugar el taller de estampación Paisajismos. En él se crearán sellos artesanales para estampar formas de paisaje. “No un único paisaje, sino muchos: recuerdos, fragmentos, miradas personales o huellas humanas que transforman el entorno rural”, apuntan desde el espacio. La actividad está abierta a todas las personas interesadas, sin necesidad de experiencia previa. Basta con tener curiosidad y ganas de experimentar.
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Las intenciones
Más allá de que, como apunta el propio Larrimbe, Trashumantes Araba no es algo cerrado o ya delimitado al máximo sino “un proyecto versátil y abierto a mutaciones”, lo cierto es que todo pasa por hacer una apuesta “por un arte en tránsito: ligero, atento, procesual y conectado con el territorio. Un arte que camina, se adapta y propone otras formas de mirar y habitar el paisaje”.
“Frente a la idea de una única ruralidad homogénea y detenida en el tiempo, el proyecto propone una lectura crítica, plural y situada. Hablamos de ruralidades diversas: atravesadas por migraciones, marcadas por la despoblación o la innovación, atravesadas por la tecnología, los feminismos, la sostenibilidad o la memoria. Hay otras formas de habitar el campo, de representarlo, de imaginarlo. Y también otras formas de alterarlo, de resistir o de cuidarlo”, apuntan desde Zas. El propósito es que esta primera edición no sea la única, ni mucho menos. Incluso se está trabajando en una versión internacional.