Lander Lafuente, David Puebla y Eneko Varona preparan hasta el último detalle de su despedida en estas jornadas previas al concierto tan especial que se va a producir este sábado en la sala Mítika. A las 20.00 horas se abrirán las puertas del espacio de la capital alavesa. A partir de ahí, Los del Humo e Insurrectos acompañarán el último baile de los gasteiztarras Xuorum.
¿Por qué decir adiós?
–Hemos tenido algún último parón por diferentes cuestiones personales. Todos vamos cumpliendo años, tenemos criaturas… y también la música en sí ha cambiado. Ahora, para volver a entrar en el circuito, tendríamos que invertir muchas cosas. El letrista siempre he sido yo y ahora mismo no tengo ni el tiempo ni el reposo para poder sentarme a escribir. Tal y como está ahora mismo la música, creo que nos quedamos como descolgados. Sabemos que el tren pasó y ya no nos apetece correr a por él. Ha llegado el momento de saber parar aquí y dejarlo todo como está entre nosotros, que es estupendamente. Nos llevamos muy bien. No hay malos rollos ni nada por el estilo. Pero es que en esto de la música, como en todo, hay que saber parar.
Triste, aliviado, nervioso…
–Fue difícil no tanto tomar la decisión, sino cómo definir cómo terminar. El tema de la música se ha convertido en ser algo en redes sociales. Necesitas crear contenidos. Con el último disco, nos pusimos en manos de unas personas para llevar todo este tema de las redes. Así que cada vez que los tres quedábamos para ensayar, teníamos que hacer algo para grabar y mandarlo. Y eso, en la esencia, ya nos ha pillado también talluditos. El rollo tenía que ser juntarnos, tocar y crear. Ya está. Somos una banda veterana que ha pasado por todos los ciclos que ha podido haber en estos casi últimos 25 años en la música, pasando por el CD, por la aparición de Spotify, por las redes… Es que nuestro último disco solo está en plataformas digitales. Y tienes que sacar tema a tema cada cierto tiempo porque las cosas ya no son como antes. Todo tiene ir con su vídeoclip, su lyric, su… Son conceptos que son muy actuales pero que, a nosotros, ahora mismo nos dan mucha pereza.
Es que requiere un esfuerzo y un trabajo que no siempre se puede afrontar.
–Primero nos pasa que uno de nosotros vive fuera de Vitoria. Tampoco los turnos de trabajo de cada uno nos cuadran demasiado bien. Aún con todo, hemos ido quedando cada 15 días unas dos horas y media cada vez, también para no hacer mucho daño en la vida familiar de cada uno. Es un tiempo que debería ser para hacer, crear, tocar, compartir… pero, al final, no es así. Una hora, por lo menos, la tienes que dedicar a hacer cosas para las redes. Hemos hecho cosas muy guapas, eso lo tengo claro, pero la creación se termina quedando ahí, parada. Además, el contexto tampoco ayudas. Ahora no sabes cuando es mejor sacar un disco, si al festival de turno le va a cuadrar y en qué momento de su calendario de contratación… Es decir, se van sumando cosas que hacen que te veas fuera de la órbita.
Próximos proyectos
Pero no es dejar la música, ¿no?
–Si el día de mañana hay otros proyectos con otra gente, ya veremos. No me cierro a la posibilidad de tocar otros estilos o probar otras cosas sin ser la voz cantante o el que compone. La música no la quiero dejar. De hecho, algo tenemos en mente para poner en marcha una iniciativa nueva, pero en otro plano distinto. La idea es proponer una especie de jam session andante. Es decir, el tener una serie de versiones, que parece que es lo que se lleva, y, de manera divertida y canalla, proponer a la gente que toque con nosotros. Pero bueno, es algo que estamos ahora madurando. Vamos a ir poco a poco.
Lo más inmediato es esta despedida de Xuorum, una noche que será, ¿cómo?
–Vamos a intentar disfrutar, también contando con algunas colaboraciones especiales, aunque no te puedo contar más para no desvelar sorpresas (risas). Pero queremos que sea una noche muy especial. Después del concierto, además, terminaremos la jornada en algún garito. La historia es vivir este día juntos y con el mayor número de personas posible.