No existen límites para Suakai, colectivo neo musical asentado en Nafarroa y que parte de la música clásica y el folk aunque no le hace ascos a las influencias del pop, del rock y la electrónica. La prueba es que esta semana impulsan la quinta edición de su programa Música en Cada Rincón, con el que buscan llevar la música a lugares recónditos vascos y del Estado, a parajes o localidades donde nunca han presenciado “un concierto o una actividad artística”, explica a este periódico el portavoz del grupo, compositor y chelista Iván Carmona.
En esta ocasión, Suakai trasladará el arte y la cultura a poblaciones tradicionalmente excluidas de las grandes producciones artísticas con una docena de conciertos en julio y agosto en distintas comunidades de su espectáculo instrumental Natura, en el que colaboran instrumentistas de Euskadiko Orkestra.
“Tras la sorpresa inicial, la gente entra a la primera escucha”, explica Carmona. Música en Cada Rincón ya está en marcha tras comenzar en Eugi (Nafarroa), y sigue este jueves a las 19.30 horas en el puente Zubibarria de Luna, concejo de Kuartango, tierra de Mikel Landa, colaborador de Suakai.
¿Cómo surge la idea de este curioso proyecto?
–La teníamos desde hace tiempo, ya que buscábamos crear escenarios nuevos y alejarnos de los típicos auditorios y teatros, intentando llevar la música a esos lugares que carecen de ellos y, por tanto, no llega.
¿De cuándo estamos hablando?
–La oportunidad surgió con la pandemia, en verano de 2020. Se hizo una edición muy corta. El objetivo era irnos al municipio más pequeño de cada comunidad autónoma y, con el paso del tiempo, acceder a los lugares más recónditos y sin tener ya en cuanta el número de habitantes. Hemos tocado en localidades de solo siete u ocho vecinos. Son espacios que encajan con la esencia del proyecto, ya que es totalmente inviable que les lleguen propuestas musicales como la nuestra.
Estamos hablando de un espectáculo de entidad, no de actuaciones acústicas en solitario, de un dúo o un trío.
–Sí, es un proyecto de gran formato que intentamos adaptar al contexto, pero vamos con los mismos músicos y con equipos de alto nivel técnico.
La respuesta debe ser de sorpresa absoluta, ¿no?
–La gente se queda alucinada y se pregunta qué hace esto aquí, en mi pueblo. No es que no hayan tenido un concierto nunca, es que muchos no han tenido un evento de ningún tipo.
Detrás de Música en Cada Rincón está Suakai. ¿Quiénes son ustedes?
–Somos un colectivo neo musical que intenta vivir la música desde el punto de vista de la experiencia, que trata que todo sea muy intenso y de romper los límites, llegando a sitios donde no se había llegado antes. Este es uno de nuestros proyectos insignia, y lo que se percibe es sorpresa y luego una gran acogida. Es una experiencia muy chula escuchar este tipo de música en esos parajes.
¿Para ustedes también?
–La gente sale encantada, ha funcionado en todos los pueblos y para el equipo artístico y técnico es una experiencia muy chula en estas tres semanas de gira lejos de casa. Trabajamos con gente de diferentes orquestas, sobre todo de la ESO. Ellos, en su día a día, no están tampoco acostumbrados a estas acciones. Es una maravilla para el público y para nosotros.
¿Por qué se caracteriza su propuesta musical?
–Intentamos llevar algo muy cercano al público. Partimos de la música clásica y de la tradicional, e intentamos fusionarla con musicales, con pop, rock y con la vanguardia en tecnología e innovación. Esa fusión es lo que llamamos neo música. Cada año hacemos diferentes programas.
Este año se llama ‘Natura’. A ver, véndamelo.
–Es un espectáculo que hacemos con dos instrumentistas de la ESO: el solista de cello Juan Ignacio Emme e Igor Arostegi, solista de percusión. Y luego estamos nosotros dos, los directores de Suakai: Claudia Osés, violinista y directora artística con una gran trayectoria en géneros como el flamenco, la música clásica, el rock, la música árabe o el folk, y yo, que soy compositor y toco el cello.
“La gente sale encantada, ha funcionado en todos los pueblos y para el equipo artístico es una experiencia”
¿Tiene algún trasfondo más allá de lo musical?
–Es un espectáculo que describe el proceso de persecución de un sueño y las diferentes fases por las que pasamos en ese camino: la motivación, la creación, la utopía, la frustración… Al final convergen en la paz y la complacencia de haberlo conseguido.
El sonido es un híbrido curioso ¿verdad?
–Es un espectáculo que nace de la música clásica, tal y como se advierte por los instrumentos, pero para nada tiene que ver con una obra de Beethoven o de Brahms, ya que vamos con instrumentos virtuales, con un xilófono Midi, con patchs electrónicos… Tiene su profundidad estilística, pero es cercana y fácil de escuchar.
¿No se requiere un conocimiento musical previo para disfrutar de ‘Natura’?
–Eso es importante en el proyecto, no queremos que la gente tenga que estar súper formada para escuchar nuestra música sino que se disfrute al momento, a primera escucha. Y funciona muy bien. Este año es solo música instrumental, pero las pruebas que hemos hecho han dado muy buenos resultados.
Navarra y Euskadi, primeras paradas
Abrieron ayer en Iruñea con una cita que partió de una concentración en la plaza del Castillo. Actuarán en Bizkaia y en Araba esta semana antes de viajar a varias comunidades autónomas.
–Euskadi y Navarra siempre están representadas. Nosotros tenemos sede en Navarra e intentamos que nuestra gente pueda tener acceso a casi toda la actividad que hacemos en el Estado y en países internacionales. Por eso, es primordial que Euskadi esté representada. Además, trabajamos con músicos de toda Euskadi y el Viejo Reino. Es importantísimo que estén con nosotros, por lo que buscamos que estén representadas en la inauguración o en la clausura; o en ambas.
“Con la Diputación de Álava no está costando más la colaboración, al contrario que años anteriores”
Han empezado en casa.
–Sí, y en Araba haremos un concierto muy especial, ya que vamos a tocar a la tierra del ciclista Mikel Landa, en el valle donde vive su familia. Hicimos una colaboración con él en el tema Focus, y quisimos devolverle el favor. Con él tocábamos música al ritmo de los latidos de su corazón mientras pedaleaba. Se puede ver en internet.
Creo que las diputaciones vascas colaboran en el proyecto.
–El trato con las Diputaciones es muy bueno. El proyecto se financia con patrocinadores varios, como Sisnet, Navatres, la Fundación Camino Lebaniego de Cantabria o Nissan Navarra, pero también con estas instituciones públicas. La relación con la Diputación de Bizkaia es muy fluida. Con la de Araba nos está costando más este año, al contrario que los anteriores.
Este año se mantiene el que llaman concierto sorpresa.
–Va dirigido a los mecenas, a la gente del colectivo Suakai. Cualquiera puede serlo, basta con que le guste la manera en la que trabajamos y nuestra visión de la música como centro del universo. La verdad es que supone muy poco dinero y siempre hacemos un concierto sorpresa. Hace dos años fue en el pantano de Alloz, con nosotros tocando en barcos, en el centro del agua y con el público alrededor. Y es sorpresa hasta el mismo día del recital, cuando se comunica a los mecenas por e-mail adónde tienen que ir. No lo sabe ni el propio equipo técnico, es otro de los puntos curiosos del proyecto. El día de Alloz les llevamos en zodiacs.
Creo que existe la posibilidad de seguir el concierto vía ‘streaming’.
–Diría a la gente que si tiene la oportunidad, se acerque a algunos de los puntos de la gira que haremos por todo el Estado. Eso sí, si no les encaja, los conciertos se pueden seguir on line porque nos acompaña siempre un equipo de audiovisuales y estaremos disponibles en las redes de Suakai: Instagram, YouTube y Tik Tok. Aseguramos que es muy divertido de seguir. Hasta ahora, más de 15 millones de personas nos han visto a través de las distintas actuaciones en vivo, los medios de prensa y las plataformas digitales.
