“Vivimos en un mundo tecnológico en el que hay muchas fake news, en el que existe un conflicto entre lo que es verdad y lo que es mentira. La Inteligencia Artificial nos está jugando muchas malas pasadas”, constata Juan Carlos Varela Buján. Parte de esta reflexión está en el telón de fondo de Cuatro Damas (Círculo Rojo), la nueva novela del escritor vitoriano, aunque es complicado avanzar muchos detalles en este sentido. La trama de este thriller tiene que guardar sus secretos, por supuesto.
Quienes tengan pasión por el ajedrez a buen seguro recordarán una conocida partida jugada en 1959 por Bobby Fischer y Tigran Petrosian en la que llegaron a encontrarse cuatro reinas sobre el tablero. La referencia, tiene su razón. “El tablero de ajedrez representa a las personas, ahí estamos todos. Hay una pieza fundamental que es el peón. Tiene la ventaja de que cuando llega al final, puede convertirse en cualquier ficha. Eso nos puede pasar a nosotros. Es lo que yo quiero plasmar en la novela ya que su síntesis es que todos somos importantes”.
Son cuatro las mujeres “duras, con carácter e inteligentes” que protagonizan la trama de este libro
Esa referencia en el título a las cuatro damas tiene, además, otra explicación. Son otras tantas las mujeres que protagonizan el argumento. “Son duras, con carácter e inteligentes”, personajes que “dan un paso hacia delante para intentar solucionar las cosas”. Lo hacen a lo largo de un libro que parte de tres lugares, escenarios que van confluyendo.
Entre Euskadi y Galicia
Así por ejemplo, quienes se asomen a estas páginas estarán en el Parador Nacional de Santiago de Compostela, donde una joven promesa ucraniana del ajedrez tiene que disputar un determinado torneo. Sin salir de tierras gallegas, la acción también partirá de A Lamea, de un centro tecnológico en el que hace acto de presencia un prestigioso hacker.
La tercera referencia geográfica se encuentra en Donostia, en una empresa rusa en la que una empleada empieza una relación con una jefa de la firma. “Es un thriller con un marcado tono realista, con altas dosis de contenido psicológico y subjetivo en el que el ajedrez toma un papel muy importante”. Todo ello con la idea de que el público encuentre, de manera fundamental, “entretenimiento”, apunta el autor.
“Es un thriller con un marcado tono realista, con altas dosis de contenido psicológico y subjetivo en el que el ajedrez toma un papel importante”
A eso se une una mirada, desde la ficción, desde una novela en la que juega su papel el espionaje, a un futuro posible, a un mañana que, en realidad, tiene mucho de presente. Así, por ejemplo, el escritor apunta como, en referencia a ese mundo tecnológico cada vez más omnipresente, “no somos conscientes de lo que está pasando. Creemos que hay algunas cosas que si suceden, pasarán dentro de mucho. Y no es verdad. No podemos perder la comunicación entre nosotros”, algo que, sin embargo, parece cada vez más difícil en esta sociedad de caras pegadas a la pantalla del móvil.
Ahora, de todas formas, es el momento de los lectores, de quienes se dejen llevar por Cuatro Damas. Varela Buján, por su parte, sigue desarrollando sus historias en el blog compartido Estantes de papel, en el que ya se puede encontrar parte de una nueva novela, El último eslabón.