Un punto de encuentro en torno a la percusión en el que poder escuchar, preguntar, conocer, disfrutar, compartir y aprender. Es, en muy pocas palabras, el objetivo básico de la nueva aventura en la que se han embarcado el percusionista Alberto El Ratón Maldonado y el baterista Aitor Bravo Amiama, un formato que se estrenará el próximo 6 de julio aunque nace con vocación de continuidad y de capacidad de adaptarse a distintos tipos de públicos, desde niños y niñas hasta profesionales de la música.
Será en los locales de Laklabe donde el primer sábado de julio tenga lugar la puesta de largo oficial de esta idea –para acudir se puede escribir a lurraperkusioa@gmail.com–, de una iniciativa en la que “queremos que la gente interactúe con nosotros, que pregunte todo lo que quiera; no es un concierto ni tampoco una clase”, explican los responsables de Lurra, que es como se ha bautizado al proyecto.
El percusionista Alberto ‘El Ratón’ Maldonado y el baterista Aitor Bravo Amiama son los impulsores de esta nueva iniciativa
“Queremos explicar varios ritmos: latinos, cubanos, flamenco, pop, rock, reggae...” y hacerlo con la propia música pero, también, con la palabra. “Lo que pretendemos es que la gente pregunte todo lo que quiera saber”. Es el objetivo básico de esta primera sesión –que además será grabada en vídeo para poder promocionar después el formato– y de las que vendrán después, aunque ninguna vaya a ser igual nunca.
Camino a futuro
No lo va a poder ser por dos motivos básicos. El primero tiene que ver con la propia música y la improvisación de la que parten los dos intérpretes a la hora de tocar. “Tenemos un esquema básico para estos conciertos didácticos pero dejando distintas puertas abiertas" para adaptarse al momento y el espacio.
El segundo se refiere al público potencial. Los dos, además de músicos, son formadores de ya amplia experiencia. Educadores para personas con edades muy distintas. Y saben que estos recitales se ajustarán si junto a ellos tienen a pequeños y pequeñas o a, por ejemplo, músicos profesionales. En todos los casos, eso sí, el principio y el fin es “enseñar, desde la libre improvisación, diferentes ritmos musicales a través de la experiencia y momento de ambos”.
“Queremos que la gente interactúe con nosotros, que pregunte todo lo que quiera; no es un concierto ni tampoco una clase”
Así lo explican siendo conscientes de que el campo de la percusión es casi infinito, aunque tiempo, ganas y capacidad hay para ir abordándolo. Además, Lurra es también una apuesta por poner en valor el trabajo y aporte de intérpretes y creadores muchas veces ocultados. “Es verdad que, durante muchos años, percusionistas y bateristas no han estado suficientemente valorados”. Eso a pesar de que “nosotros creamos la estructura que lo sostiene todo”.
“Este proyecto también va a servir para mostrar que la percusión puede tener melodía”, que va más allá de tópicos o clichés, que puede tener infinitas posibilidades y desarrollos, y que de fácil no tiene nada. Es la propuesta para este 6 de julio y para todo lo que vendrá después.
Una unión lógica
Tanto El Ratón como Bravo Amiama llevan años sobre los escenarios y en las aulas. En el primer apartado, han compartido proyectos, lo que les ha llevado a establecer una relación fluida entre ambos. “Solemos quedar para tocar juntos, a dúo, sin nadie más”. Un día, eso sí, “pensamos que estaría bien hacer algo los dos de cara al público y se nos ocurrió la idea de proponer un concierto pedagógico de batería-percusión en el que explicar un montón de ritmos y diferentes cosas desde la improvisación y desde nuestro punto de vista”.
Dicho y hecho. “Cuando nos juntamos para improvisar, creamos unos ambientes que sabemos que de alguna manera tenemos que compartir. Pero no queremos ofrecer un concierto que sea tocar y ya está. Queremos hablar de lo que hacemos y contestar absolutamente todas las preguntas” de quienes les acompañen. “Todo el que venga, bienvenido será”, siempre desde la base de que “todo el que quiera interactuar, pueda hacerlo sin problemas y con todas las facilidades”.