Es la segunda vez que ambos museos coproducen una exposición. En la anterior ocasión fue Néstor Sanmiguel Diest el protagonista. Ahora la mirada se centra en Ibon Aranberri. Desde esta misma semana, el artista guipuzcoano está presente en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. En primavera de 2024, Vista parcial dejará Madrid para mostrarse en Artium. “La característica principal de esta exposición es que no es tanto una presentación unitaria de los trabajos, sino una activación de obras que jamás se han expuesto unas con otras” y donde “como en un libro, un capítulo da lugar al siguiente”, describe el autor.

Ibon Aranberri Efe

Obras tan emblemáticas de su trayectoria como Política hidráulica, Luz de Lemóniz y Gramática de meseta están entre las más de 40 piezas en formatos como la fotografía, la escultura o el vídeo que constituyen la muestra que podrá verse en Madrid hasta el 11 de marzo del próximo año. Después se producirá el pertinente traslado a Vitoria para mostrarse aquí.

Las diez salas del Reina Sofía que forman esta “exposición de exposiciones”, como él mismo la define, sirven para conocer la obra de un artista que comenzó su carrera en la “exploración introspectiva” del estudio para después abandonarlo y entrar en una “dimensión natural y monumental”.

Exposición de Ibon Aranberri en el Reina Sofía Efe

Recorrido

La exposición comienza con una sala en la que se contraponen una serie de pantallas con grabaciones efectuadas en los años 90 en las que se observan repoblaciones forestales en la Cordillera Cantábrica y una enorme tarima que fue un suelo utilizado en la exposición individual de Aranberri en la Kunsthalle de Basilea en 2007.

Sigue con Luz de Lemóniz (2000), un proyecto de maquetas, fotografías y dispositivas sobre la construcción inconclusa de la central nuclear y la narración de la compleja lucha política que se generó a su alrededor en los años 70, según explican desde el Reina Sofía.

La performance de 2003 en la que el artista cerró y abrió la cueva prehistórica de Iritegui para lograr su resignificación y recodificación queda plasmada en Zulo beltzen geometria (Geometría de los agujeros negros, 2019), compuesta por las enormes planchas de acero que cerraron el acceso a la cueva. También se exponen dibujos –los únicos en la exposición– de murciélagos.

En Mar del Pirineo, seis grandes módulos de poliéster y fibra de vidrio colgados de la pared (por primera vez, se habían expuesto con otras disposiciones, explica el propio artista en torno a esta propuesta en concreto) representan la cartografía real, aunque invertida, de un complejo de recreo junto a una infraestructura hidráulica.

Exposición de Ibon Aranberri en el Reina Sofía Efe

Presas y embalses

Por su parte, la obra, que forma parte de los fondos del Reina Sofía, Política hidráulica es una instalación de decenas de fotografías de presas y embalses tomadas entre 204 y 2010. Se encuentran enmarcadas y apoyadas unas sobre otras contra una esquina de la sala.

En Exercises on the North Side (Ejercicios en el lado norte, 2007), se propuso producir una película de cine de montaña, y expone, además de sus grabaciones, los elementos del mundo del alpinismo que utilizó y los materiales fotográficos.

Exposición de Ibon Aranberri en el Reina Sofía Efe

Otra de sus obras expuestas es Modelos y constructos (2014), en la que deconstruye una estatua partiendo de su propia ausencia. Los restos del proceso, así como la idea de vacío, dan cabida a nuevas lecturas y experiencias estéticas de este artista experimentador, que también utiliza materiales y objetos antiguos como pedazos de iglesias derruidas o calcos de tumbas. Así se va a poder ver desde ya en el Reina Sofía, y se podrá compartir el próximo año en Artium.