Dentro de la ya dilatada trayectoria del Festival Internacional de Teatro de Vitoria, hay apuestas recientes que ya se van haciendo también veteranas. Es el caso de la sección Off Lokal, en la que se dan cita tres ingredientes básicos. Por un lado, la creación local. Por otro, la realización de piezas que pequeño formato que se estrenan de manera específica en este marco. Y, por último, el hecho de realizar las representaciones en espacios poco convencionales, una condición que, dentro de las posibilidades, incluso se mantuvo a pesar de las restricciones de la pandemia.

Del 23 al 26, con doble sesión cada jornada, la iniciativa vuelve a encontrarse con los espectadores. Este año, eso sí, lo hace solo una vez, puesto que la convocatoria habitual en euskera no ha podido darse ante la falta de producciones. Con todo, durante estos cuatro días, Proyecto Larrua, Kuku Bazar y Ékoma Teatro representarán, además por este orden, sus respectivas creaciones.

El punto de encuentro con los asistentes será el propio Principal y el lugar de representación será un espacio ubicado en el Ensanche vitoriano, pero poco más se puede decir. El factor sorpresa es también importante. Cada día habrá pases a las 19.00 y a las 19.30 horas, quedando todavía algunas entradas disponibles (en cada sesión se forman grupos de como máximo 30 personas), aunque ya hay algunos turnos que tienen colgado el cartel de completo.

Volver a unirse en el escenario

En el caso de Proyecto Larrua, la compañía de danza contemporánea impulsada por Aritz López y Jordi Vilaseca presenta Shot the target. un montaje que tiene dos particularidades importantes. Por un lado, el condicionamiento que va a suponer el propio espacio donde se va a llevar a cabo la representación. Por otro, el hecho de que la pieza está suponiendo el reencuentro de ambos creadores a solas en una producción.

Aritz López y Jordi Vilaseca Alex Larretxi

Lo cierto es que en los últimos años, la destacada y relevante trayectoria que está llevando a cabo Larrua, también en campos como la mediación con los públicos, y el hecho de contar con más intérpretes para llevar a cabo sus ideas, ha tenido como consecuencia que ambos no se unan a solas en una coreografía desde 2018. Ahora se le pone remedio a esto con un trabajo que habla del movimiento y de la relación de los dos artistas.

En torno a la maternidad

En el caso de Kuku Bazar, Mary Zurbano estrena Pez de luz, una creación que se hace realidad ahora pero que la artista empezó a crear a partir de un taller con Claudio Tolcachir celebrado en el Festival Internacional de Teatro de 2015. Ahí, la autora decidió que quería trabajar sobre el concepto de la locura, un hilo del que ha ido tirando hasta hoy.

Mary Zurbano en el taller de Claudio Tolcachir en el que nació la idea de su actual espectáculo Jose Ramon Gomez

Una mujer que se dedica al arte y que tiene que dejarlo todo tras ser presionada por su pareja para ser madre es el eje de una pieza que trata sobre cuestiones como la maternidad, la crianza, la creación y el suicidio. Así se presenta en una obra en la que Zurbano ha querido rodearse de otras mujeres de la escena gasteiztarra como Carmen San Esteban y Marina Ruiz.

En la sociedad de rendimiento

Completa la propuesta de Off Lokal, Ékoma Teatro con Un peu de mélancolie, una producción que mira de lleno a la actualidad de casi cualquiera que sea un homo laborens, es decir, una persona que llega a la auto-explotación diaria en su trabajo pensando que eso le otorga libertad.

Escena de la obra "Tendríamos que haber empezado de otra manera", de Ékoma Teatro Redacción DNA

Aitor Pérez y Javier Liñera hablan aquí del cansancio instaurado en una sociedad del rendimiento en la que todo tiene que ser producir y éxito. No hay posibilidad de decir que no se puede. Lo hacen preguntándose qué sucede cuando la vida, por la razón que sea, se para y no hay más remedio que detenerse.