“Somos muy de improvisar en el momento. De hecho, creo que es lo que más nos caracteriza” sonríe Niko. Él con Unai, Ibai y Julen, comparte, desde 2019, el proyecto de Intxixv, grupo protagonista este sábado de la fiesta de presentación de la nueva edición del Galtzagorri Rock Festival.
"La idea principal es que la gente baile, es lo que nos gusta”. Así que solo falta que el público se sume a una cita que se producirá al mediodía en el exterior del Compay, en Zaramaga.
Está previsto que el acto arranque a las 12.30 horas, contando con la presencia de integrantes de T-Treinta y Cuatro, Demonio De Niño y Paraside, los tres grupos que tocarán en el mencionado certamen.
Habrá además sorteos y otras sorpresas, sin perder de vista que a las 13.00 horas será el momento de Intxixv. Todo como aperitivo de la cita que se producirá el próximo día 29 en el vecino Urban Rock Concept.
“Ya hemos tocado en el Compay en un concierto benéfico y nos encantó. Se trata de hacer algo muy cercano a la gente”, más allá de que “somos muy de reaccionar a lo que está pasando en cada instante, a lo que sintamos estando ahí”.
Lo cierto es que el cuarteto se adapta a cualquier marco, como ha demostrado en salas como Hell Dorado y Jimmy Jazz, pero también en otro tipo de tablas.
Incluso fuera de Álava, puesto que la música ha llevado a la banda a localidades de Asturias, Galicia, Andalucía o Castilla y León, por ejemplo. “La acogida que hemos tenido siempre ha sido una pasada. Cuando vas lejos y ves a todo el mundo bailando y encantado con la propuesta es algo alucinante”.
A pesar de la pandemia
Fue en 2019 cuando el cuarteto se puso en marcha, estrenándose en directo en San Juan de ese año. “Empezamos a tocar porque nos gustaba, vimos que había material para sacar a la calle y ya está”. Tan sencillo como la publicación pocos meses después de su primera referencia, un Beti Aurrera! compuesto por diez canciones.
“La idea era sacar un folk más nuestro, con el que sentirnos más a gusto”, aunque “no sabemos si lo que hacemos es folk. Somos un poco punkis, un poco rockeros, un poco… y esas influencias se notan”. Eso sí, en ese arranque justo llegó la pandemia.
“Nos pilló nada más empezar. Fue muy duro. Pero al final, seguimos para delante” y se consiguió volver a los directos, a actuaciones que han ido evolucionando y sumando instrumentos –no todos tradicionales– y sonidos.
Con aquella situación sanitaria ya pasada, el cuarteto no para. A la agenda de encuentros con el público –“casi siempre nos llaman, nos hemos buscado muy pocos conciertos nosotros”– bastante bien surtida, la banda va dando forma a nuevos temas.
“Seguimos grabando, aunque poco a poco. Igual somos un poco lentos. Tenemos varias canciones a medio registrar. Grabar te permite meter más historias que en el directo. Pero somos de concierto, es donde, al final, ves la reacción de la gente y te nutres de la energía que te transmite el público”. Así sucederá, a buen seguro, este sábado al mediodía en el Compay.