“Los jóvenes dantzaris son los que mejor pueden decirnos qué hacer para evitar la falta de relevo generacional”. Lo decía así en una entrevista con este periódico Pedro Romeo, presidente de Euskal Dantzarien Biltzarra, ante la celebración, en tierras alavesas de la primera Gazteen Dantza Topaketa. El próximo fin de semana, después de muchos meses de preparación, llegará el momento de comenzar ese camino.

En concreto, será del 30 de este mes al 2 de julio cuando se lleve a cabo un encuentro en el que están inscritas 124 personas de entre 15 y 25 años. Todas ellas se darán cita en Araia, localidad que justo en estas mismas fechas celebra sus fiestas. Lo va a hacer mientras ayuda a dibujar el futuro de las danzas vascas en particular y de la cultura de Euskal Herria en general.

“Actualmente, los grupos de danzas de Euskal Herria se enfrentan a un problema estructural: la falta de relevo generacional”. Con la intención encontrar posibles vías de solución a esta problemática, Euskal Dantzarien Biltzarra “ha decidido apostar por la juventud” organizando esta Gazteen Dantza Topaketa. “Es en la propia juventud donde se haya la solución”.

Como decía Romeo, “hemos detectado, y no ha sido muy difícil hacerlo, que hay un problema importante por la falta de relevo generacional. No es la de la danza tradicional la única actividad o disciplina que tiene este problema. Sabemos que pasa, por ejemplo, también en los coros. Parece que la juventud no encuentra, como sí lo hicimos en su día otros, el atractivo que tiene practicar, conocer, estudiar y divulgar la danza tradicional vasca. En Euskal Herria tenemos unos 300 grupos federados. En estas formaciones, por lo general, nos encontramos muchos grupos de txikis que no tienen continuidad en las edades siguientes. Hay un hueco muy importante. No hay gente y no le vemos solución a eso”.

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Así que se quiere preguntar a los propios interesados de manera directa para que aporten posibles soluciones y líneas de trabajo de cara a futuro. El éxito de convocatoria ha sido evidente y se han superado con creces los números de asistencia que se manejaban al principio. De hecho, la organización tiene claro que el próximo año volverá a realizar la misma propuesta.

De momento, eso sí, toca juntarse en Araia. “Sentir orgullo de ser dan-tzari es, en última instancia, el objetivo fundamental” de la cita, apuntan desde Euskal Dantzarien Biltzarra.