Tanto tiempo estrechamente ligada a las letras ha dotado a Eva García Sáenz de Urturi de un don al alcance de pocos. Galardonada en el año 2020 con el premio Planeta por su novela histórica Aquitania, ahora vuelve a las librerías para dar continuidad a la historia del inspector Kraken en un relato que comienza con un espléndido y decadente palazzo ardiendo en una pequeña isla veneciana donde se celebra un encuentro de la Liga de Libreros Anticuarios. “Los cuerpos de los invitados, todos conocidos de Kraken, no aparecen entre los escombros, y se sospecha que su madre, Ítaca, estuvo implicada en el incendio que sucedió en idénticas circunstancias décadas atrás ”. 

¿De dónde nace su vocación literaria? ¿Hubo algún libro o experiencia que despertara esa pasión?

-Pues la verdad es que soy lectora omnívora desde niña, y leo desde que tengo sentido común y razón. Siempre he escrito y he leído a la vez. Mientras era óptico, también me formaba como escritora en la escuela de escritores de Catalunya, de Barcelona, y en Madrid en la de Fuentetaja. Siempre, paralelamente a mis otros trabajos, me he dedicado a la escritura, o a impartir clases de escritura o a escribir yo.

De pequeña, ¿hubo alguna de esas historias que inventó y que podamos conocer en la actualidad? 

-Los primeros relatos cortos que escribí los hice con 20 o 21 años. 

¿Qué tiene el thriller que le atrapa tanto? 

-Yo creo que el thriller nos atrapa a todos porque hay un interrogante activo siempre. En cualquier otro género las historias son más bien lineales. Pueden contarse desde diferentes puntos de vista o con saltos temporales, pero más allá de su estructura hay una historia que se cuenta (un planteamiento, un nudo y un desenlace). En los thrillers hay una pregunta, un interrogante activo, un quién lo ha hecho o por qué lo ha hecho. Y creo que es eso hoy día en la época en la que hay tanto contenido y en la que es tan fácil encontrar distractores con otros contenidos, el no saber quién ha sido hasta el final es lo que nos mantiene un poco pegados al libro.

¿Siente que el mundo literario ha cambiado en algo en estos últimos años? 

-Yo creo que está cambiando, como están cambiando los tiempos. Por ejemplo, en la pandemia subió el índice de lectura y luego se ha mantenido, algo que es una buenísima noticia. Y una muy buena noticia también, muy esperanzadora, es toda la tribu que hay ahora de booktokers, de personas que están en TikTok y que leen a un ritmo impresionante, que están leyendo de todos los géneros. Están leyendo, como digo, a un ritmo de lectura que supone que le dediques dos o tres horas al día. Es un hábito que requiere concentración y tiempo.

Es cierto que en redes sociales, Instagram, TikTok, YouTube, cada vez hay más personas que comparten esa pasión por la lectura. ¿Contactan con usted para contarle qué le parecen sus libros? 

-Cientos de ellos, a diario. Soy muy activa en redes sociales y no doy abasto para contestar ni en Facebook, ni en Twitter, ni en Instagram... El aluvión es tal de mensajes y de comentarios que literalmente le tendría que dedicar doce horas al día a contestartodos los comentarios.

Los escritores son cada vez más activos en redes. ¿Ese contacto directo con los lectores qué le aporta?

-Aporta el feedback directo sin mediar prensa y sin mediar editoriales. Te lo dan las firmas cuando vienen presencialmente, y online te lo dan las redes sociales. 

No solo en redes sociales. También en sus libros ha conseguido situar a la CAV y a Vitoria en el mapa de la novela negra. ¿Siente que la gente, cuando se sumerge en sus páginas y después recorre estas calles, ve la ciudad de una forma diferente?

-Para mí es un orgullo que las rutas que hay de la novela, que empezaron en 2016 con El Silencio y después con Los Ritos, sean las rutas más visitadas de las 30 que oferta el Ayuntamiento de Vitoria. Que venga gente de todo el mundo a Vitoria con el libro en la mano para hacer las rutas de la novela es un orgullo. 

Ahora llega a las librerías con El ángel de la ciudad. ¿Qué nos espera en esta historia?

-Nos espera un caso más de Kraken, en este caso entre Vitoria y Venecia, y nos espera un caso que tiene que ver con la falsificación. Nos esperan varias historias de amor y espero que lo disfruten mucho. 

El peso de esta historia la tienen, por supuesto, estas dos localizaciones. ¿Qué nos aporta cada una de ellas a la trama?

-Venecia, sobre todo, va a aportar la belleza de unos escenarios, la Venecia no turística, la menos conocida, la de los venecianos, la de las leyendas. Y Vitoria va a aportar esas raíces, esos escenarios que tienen que ver con la Almendra Medieval, con la Plaza de los Fueros, la plaza de la Virgen Blanca... Nos va a aportar, para quienes ya han leído las novelas, familiaridad y sentirse en casa.

¿Cómo se siente, como Eva, cuando ve que sus libros están siempre entre los más vendidos, que cada vez que saca una nueva novela el público la arropa tanto?

-No dejo de ser una persona muy agradecida. Estoy muy agradecida porque perfectamente podría haberlos publicado y no tener ninguna repercursión. 

Y después llegó el Planeta.

-Es algo único, que pasa una vez en la vida.

¿Le gustaría que el resto de novelas también salten a la pantalla?

-El libro negro de las horas y El ángel de la ciudad sí los veo para serie o película, siempre y cuando se respeten las decisiones del escritor.