Desde la primera edición de Poetas en Mayo, ellos y ellas han estado ahí. Solo la pandemia impidió a la comunidad educativa de Ramón Bajo dejar su huella en la programación de un festival que ya está en plena cuenta atrás. Por lo general, el encuentro suele producirse en la muralla, en el espacio que se encuentra junto al palacio Escoriaza-Esquivel, pero no es la primera vez que el pórtico de la Catedral Santa María sirve como escenario para esta ya tradicional cita.

Versos para los más pequeños

Así volvió a suceder ayer por la mañana, reuniendo a decenas de personas para compartir versos y música en directo, para entender que la cultura no tiene edad ni conoce de fronteras, todo lo contrario. Se trata de unir a las nuevas generaciones de la capital alavesa con aquello que representa su pasado más antiguo, sus orígenes. Ayer, hoy y mañana unidos por la palabra y por los sonidos.

El alumnado de diferentes cursos fue el gran protagonista de una mañana en la que se compartieron distintas propuestas y a la que no faltaron también familiares y ciudadanía en general. Público e intervinientes cumplieron así con una cita esencial dentro de la programación que cada año propone un certamen que ya está en plena despedida.