Silvia San Miguel y Ander Perrino van a ser los dos grandes protagonistas del cierre de la actual temporada de abono de la Banda Municipal de Música de Gasteiz. Los dos intérpretes y creadores alaveses estrenarán con la centenaria agrupación obras creadas de manera específica para la ocasión. Así se producirá este miércoles en un Principal que se citará con el público a partir de las 19.30 horas, quedando muy pocas entradas disponibles.

Bajo el nombre de Sonidos migratorios y con la dirección de Luis Orduña, la agrupación pondrá el broche a sus recitales de este curso en el escenario de la calle San Prudencio por todo lo alto. Además, completará el programa con la presentación de Equus, de Eric Whitacre. De hecho, esta pieza será la que servirá para cerrar un concierto que se abrirá de la mano de San Miguel.

La compositora gasteiztarra es la segunda creadora que ha tomado parte en el laboratorio impulsado por la Banda para poder trabajar de manera directa con firmas locales. “Ha sido todo un aprendizaje también para mí gracias a la conexión que se ha generado con los músicos”, apunta San Miguel. El resultado de ese trabajo en común se titula Renacimiento, que conecta desde el hoy con Fantasía de los Elementos, pieza que la autora creó en 1995 para  la banda sinfónica del MIT de Boston.

Reivindicando la necesidad del contacto humano en estos tiempos de Inteligencia Artificial, San Miguel describe que “poder estar en este laboratorio desarrollando una composición pudiendo contar con los músicos ha sido una experiencia muy enriquecedora” y nada habitual entre bandas y orquestas, como recuerda Orduña.

Tras esta interpretación llegará el turno para Concierto para contrabajo y vientos, de Ander Perrino. “Ha sido como tirarme a la piscina”, apunta el contrabajista vitoriano, que dice haber podido vivir con la creación de esta pieza “un experimento muy enriquecedor y bonito”, más allá de que para el público va a ser la mejor excusa para reencontrarse con un intérprete que desde hace ya años desarrolla su exitosa carrera profesional desde Alemania.

Desde la base de la música clásica pero sin perder de vista la senda del jazz que Perrino también suele transitar, esta obra mira además a “ese sonido Hollywood de las películas de los años 90”, según describe el propio autor, quien reconoce que la creación es “un tanto inusual” por diferentes cuestiones rítmicas a las que los componentes de la Banda han sabido responder a la perfección. Todo ello de la mano de una propuesta en la que “he querido explorar todas las posibilidades que me da el contrabajo”.

La línea a seguir a futuro

Aunque el descanso va a ser mínimo porque la Banda inicia este viernes la campaña de conciertos al aire libre, con este recital en el Principal se cierra una temporada de abono en la que, como señala Orduña, “hemos vuelto a sentir la energía del público” contando con un amplio y numeroso respaldo de los espectadores en todas las actuaciones.

Durante estas citas en el centenario teatro “somos la antítesis” de lo que se considera una banda, una faz “que ahora vamos a recuperar” en citas como las fiestas de La Blanca. Sin embargo, en estos programas se está apostando de manera decidida por estrenar obras, contar con más presencia de compositoras, hacer protagonistas a instrumentos no habituales en este papel, y, sobre todo, ofrecer un amplio abanico de formatos de la mano de piezas actuales.

Es una “línea artística a seguir desarrollando” porque el público está demostrando con su fidelidad que comparte el trabajo realizado por la Banda y su director. De momento, en julio se pondrán a la venta los abonos para el próximo curso, tras la buena experiencia vivida en 2022.