"Tengo ganas de que llegue el inicio del rodaje". Son palabras del director y guionista vitoriano Pablo Hernando DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA a principios de este año, justo en plenos preparativos para hacer realidad su nuevo largometraje, Una ballena. Desde ya, el realizador está haciendo realidad su deseo. De la mano de la productora Señor y Señora (Gipuzkoa), junto a Sayaka Producciones (Bizkaia) y a Orisa Produzioni (Italia), la película está empezando a tomar forma.

El filme cuenta con un reparto de lujo encabezado por Ingrid García-Jonsson y Ramón Barea, protagonistas de esta película de autor de cine negro con tintes fantásticos. El rodaje se está llevando a cabo principalmente en Bilbao y alrededores y se va a alargar durante las próximas seis semanas.

En Una ballena, García-Jonsson interpreta a una asesina a sueldo solitaria. Su habilidad para infiltrarse y desaparecer sin dejar rastro la convierte en una asesina a sueldo implacable. Pero ese poder viene de otro mundo, un lugar habitado por criaturas monstruosas del que el personaje emerge siendo cada vez menos humana.

Hernando y García-Jonsson se conocen desde hace tiempo. Ella, de hecho tomó parte en Berserker (2015), el segundo largometraje del director. “Es cierto que ella ha hecho mucha comedia en los últimos años, pero no la encasillaría ahí. No la definiría como una actriz de comedia. Lo que más me interesa de ella son otras cosas, de hecho. Con esta película vamos a ver algo especial de Ingrid”.

Eso sí, en el filme hay otro personaje de peso, al que da vida el multifacético y referencial Barea. Es complicado, eso sí, avanzar más detalles. Hay que guardar secretos de cara al estreno de una película que está pendiente de fijar su fecha de presentación, aunque seguramente ya será en 2024. “Es una película que va a tener una postproducción larga porque hay bastantes efectos digitales y eso lleva unos meses”.

Certificación Green Film

Una Ballena será el primer largometraje de ficción en España en obtener la certificación Green Film, el prestigioso sello verde europeo para las producciones cinematográficas, según informan desde las productoras del filme. Para ello, se ha implantado "un ambicioso plan de sostenibilidad y reducción de huella de carbono que incluye medidas tales como la reducción de los viajes en avión, la priorización del uso del tren o la eliminación de la vajilla desechable".

La película es una coproducción entre España e Italia con la financiación del Instituto de la Cinematografía (ICAA)/Ministerio de Cultura y Deporte/Gobierno de España, con la colaboración del Departamento de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco, con el apoyo de la Diputación Foral de Gipuzkoa, del Ministero dei Beni delle Attività Culturali e del Turismo (MIBACT - Italia) y con la participación de EITB.