La banda es nueva pero entre sus filas hay caras bien conocidas de la escena. El primer ensayo fue en mayo del año pasado. “Nos juntamos durante un mes para ver qué salía y si nos gustaba”. La respuesta es El último baile, el más claro ejemplo de que aquella prueba convenció a Nacho (voz), Elías (bajo), Oscar (batería) y Javi (guitarra). Motosierra Diésel tiene la cadena más que afilada.

Una decena de temas componen un álbum del que hace nada se ha lanzado el vídeoclip correspondiente a Para no pensar. Ciega, La cara o La serpiente son algunos de los otros cortes de un trabajo grabado entre la capital alavesa e Itxura Estudioak, con Fran Pérez a los mandos técnicos. “Lo ideal es que la gente se ponga el disco y se olvide un poco de toda la rutina del curro y de los problemas, que se le mueva un poco la piernita, que pase un buen rato, que le den ganas de bailar y de tomarse una cerveza escuchándolo. Y que diga: a estos chicos los quiero ir a ver en directo” resume el guitarrista.

Para eso último, todavía hay que esperar un poco, aunque las entradas están ya a la venta. El grupo dará su primer concierto, que además será el de presentación oficial del álbum, el próximo 22 de abril en Hell Dorado, fecha para la que estará disponible también la versión física (CD y vinilo, que cuentan con una canción extra con respecto al formato digital). “Estamos tranquilos por la experiencia que ya tenemos pero también muy ilusionados con ese debut, casi como si fuéramos novatos. Va a ser un directo divertido, chulo”.

Después llegarán más fechas, como las ya confirmadas para junio en localidades como Nájera y Portugalete. Serán citas en las que el público “se va a encontrar el mismo sonido que en el disco, porque en la grabación no hay trampa ni cartón. Es tal y como sonamos”, apunta Javi en torno a un cuarteto al que situar en el rock, aunque sus integrantes tienes influencias y gustos diversos, desde el metal al punk pasando por la música más setentera o el sonido más garagero.

La tarjeta de presentación

Tras poner en marcha el proyecto la pasada primavera y comprobar que “saltaba la chispa” entre sus componentes, en el camino de los cuatro fueron apareciendo los temas que componen El último baile, canciones que hablan de “historias cotidianas, de la noche, de vivencias que hemos ido teniendo. Hay alguna un poco más apocalíptica”, dice con una sonrisa el guitarrista.

La idea es que el resultado final “suene chulo y sea atractivo de escuchar”. Ahora es el turno de que el público decida. Hasta este momento, “las cosas han ido muy rápido. Hemos aprovechado el tiempo al máximo. Esta es una banda muy productiva. ¿Qué va a pasar dentro de un año? No lo sé, pero el grupo funciona, está vivo y tiene ganas de acabar de montar el directo e ir hacia delante y empezar a componer cosas nuevas. Es algo que tiene buena pinta. Hay Motosierra para rato”, describe Javi en torno a una formación en la que se han reunido músicos curtidos en proyectos como The Dealers, Die Hard, Látex, KO Etíliko o Disolventex.