El autor es protagonista. En el último relato, su nuevo libro, Sefardíes en Nueva York, está siendo todo un éxito de ventas al otro lado del Atlántico –“aquí, todo lo contrario”– y los medios de comunicación le reclaman. Eduardo Rojo sonríe ante este ejercicio de autoficción.

“Me gusta experimentar y no ser plano. Me parece divertido. En realidad, todo el mundo tiene buenas historias para contar, lo importante, en un escritor, es cómo miras cada una, cómo la expones y la enfocas”, describe el también periodista.

Su nueva referencia está a la venta desde principios de este mes aunque va a ser este jueves 30 cuando se produzca la presentación oficial. Será en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa donde tendrá lugar un encuentro que arrancará a las 19.00 horas contando con la participación de la periodista Txus Iparraguirre y del catedrático de Historia Medieval de la UPV José Ramón Díaz de Durana.

El escritor y periodista Eduardo Rojo. | FOTO: JOSU CHAVARRI

Nueve son los relatos que dan forma y fondo a Sefardíes en Nueva York (Ediciones Carena). “De cada uno se podría hacer una novela”. Cuentos que tienen como protagonistas a los descendientes de los judíos que fueron expulsados de España.

“La suya es una historia que no te deja de asombrar. Estamos hablando de personas a las que hace 500 años se les expulsó de aquí con sus tradiciones y su lengua, una identidad que se ha mantenido, más allá de que en ocasiones sea complicado integrar esa forma de ser en sociedades como la norteamericana”.

Con todo, Rojo apunta que este libro busca la conexión con unos lectores “que se pueden identificar con los personajes porque más allá de que sean judíos son hombres y mujeres. Es gente que tiene los mismos problemas que nosotros”. Así, estos relatos están pensados para “emocionar, y también para que el lector se divierta y, además, disfrute de la técnica, del estilo literario”.

Desde un hecho histórico

Aunque son historias independientes las que conforman el conjunto, sí hay un orden cronológico que arranca con la fundación de Nueva York, con esos 23 judíos que salieron de tierras brasileñas y acabaron en Manhattan interviniendo en la creación de una ciudad referencial.

Desde ahí se inicia un camino ficcionado que termina a finales de la década pasada, antes del Nobel a Bob Dylan, pasando por distintos momentos como el crac del 29, relato en el que, por cierto, Federico García Lorca es uno de los personajes principales.

“A los personajes les define un poco ese desarraigo que aparece como consecuencia de sentir que no tienen un sitio suyo, así como esa inquietud de si son antes judíos o norteamericanos”. Lo cierto es que todos terminan en Nueva York –“el libro no deja de ser también una historia de la ciudad”– y a todos “todavía les une que se pueden entender en una lengua y en una tradición”.

Así se escribe en un libro que esconde la historia de una mujer que debe ser operada a vida o muerte, de dos ancianos que tiene sus disputas, de... Bueno, eso ya son cuestiones que los lectores tendrán que descubrir por su parte. El escritor, por su parte, ya tiene entre manos la preparación de una nueva novela.