Hace poco más de un año se estrenó Solo críos, críos solos, un proyecto escénico que, en su esencia, lleva al teatro las vivencias, sentimientos, reflexiones, perdidas, anhelos y emociones de los menores extranjeros no acompañados.

Solo críos, críos solos convirtió en actores a una decena de estas personas, tuteladas por los servicios forales, para llevar al público una propuesta, cuando menos, singular. Ahora, doce meses después, el camino se recupera, aunque no están todos los que fueron.

“Es difícil mantener el equipo. Hay gente que ya no tiene menos de 18 años, que está pasando en su vida situaciones de todo tipo. De hecho, conocemos casos de alguno de los actores de entonces que está durmiendo en albergues o en la calle. Son situaciones muy complicadas en algunos casos”, describe Miguel Muñoz, responsable de Zanguango, la compañía encargada de llevar a escena el proyecto nacido del dramaturgo Paco Gámez.

En este sentido, de aquel reparto inicial de diez personas, hoy se mantienen seis, más una séptima incorporación que se suma ahora. Serán quienes este viernes 24 al mediodía se encuentren con el público en la sala Harresi de Agurain.

Ya los días 27 y 28 se repetirán las representaciones, en esta ocasión sobre las tablas del Félix Petite (centro cívico Ibaiondo). En este caso, las actuaciones se compartirán con estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria, con quienes, además, se quiere compartir coloquios posteriores para poder entablar conversaciones más allá de los estereotipos de y de los “vendedores de odio”, como explica Muñoz.

No se trata de hablar de estos jóvenes, sino de que ellos y ellas sean quienes tengan la palabra para explicarse a sí mismos. Humor, realidad y teatro se unen en este caso para escapar de los prejuicios y mirar tanto hacia el interior de cada persona como hacia la sociedad en la que cada ser humano intenta desarrollar su vida.

Cabe recordar que esta propuesta guiada por Zanguango es posible gracias a la colaboración entre el Principal gasteiztarra, el Arriaga bilbaíno y el Victoria Eugenia donostiarra en el marco del programa Nuevas Dramaturgias.