Están siendo semanas de mucha intensidad. Más de 120 artistas alaveses están involucrados en el proyecto La guerra y el tiempo, una propuesta que tiene su eje central en una muestra colectiva que permanece abierta en el Centro de Exposiciones Fundación Vital pero que se construye también a través de decenas de otras actividades. Eso sí, llega el momento de cerrar, por lo menos por ahora, el camino.

Eso sí, antes de que este domingo por la tarde se cierre la mencionada exposición, todavía tienen que suceder unas cuantas cosas, todas ellas encaminadas a hacer un llamamiento social contra el uso de la violencia y las consecuencias de los conflictos bélicos, de los que están todos los días en los medios de comunicación pero también de aquellos, los más numerosos, que casi nunca aparecen. Va a suceder así hoy en ¶espazioa, centro impulsor de toda esta apuesta, donde también se está llevando a cabo otra muestra paralela, Entreguerras.

En el local de la calle Costa Rica, a partir de las 20.00 horas, se producirá Taupadak, un encuentro abierto en el que una campana, a modo de latido, irá marcando el momento. Será cita previa al gran acto que se quiere llevar a cabo mañana, esta vez en pleno centro de la capital alavesa.

En concreto, a partir de las 12.00 horas, la plaza de la Virgen Blanca acogerá el gran broche a La guerra y el tiempo. Será el sonido de la txalaparta el que abra el acto, que contará con la participación de decenas de artistas alaveses de distintas disciplinas. Así, a lo largo de la propuesta, se sucederán las lecturas de manifiestos y poesías, los bertsos y la música en directo. Además, se procederá a la construcción del símbolo pacifista de Gerald H. Holtom y se soltarán palomas y aviones de papel realizados por niños y niñas de varios colegios, particulares medios de comunicación que guardan poesías en su interior.

Fuerte implicación

Tras este acto, será ya el domingo cuando se baje el telón definitivo, cerrándose unas semanas que han contado con casi una treintena de actividades paralelas que han contando con una asistencia media de entre 80 y 90 personas. Es más, ha habido alguna que otra propuesta en la que se ha quedado público fuera.

A eso se unen las firmas recopiladas en el manifiesto contra las guerras y en favor de la paz que sustenta todo el proyecto. Se tienen ya más de 600, aunque se espera llegar a mil. Todo ello sin contar los centenares visitantes que ya atesora la muestra en Fundación Vital. Todo ello hace que, a la espera de balances más profundos, las sensaciones entre quienes están llevando a cabo esta propuesta sean más que satisfactorias.

Han sido muchos los momentos de emoción, encuentro y reflexión, cuya huella va a permanecer. También en los centenares de alumnos de varios centros escolares de Álava que han tomado parte en la iniciativa.