Ya está. Los dos conciertos en el BEC de Barakaldo son historia. Ante más de 32.000 espectadores repartidos entre las citas de este viernes y ayer, la banda alavesa ha empezado su despedida, una reunión puntual cargada de emociones y celebración. Solo queda una actuación más. “Lo innegociable para Hertzainak era finalizar en Gasteiz”, decía en estas mismas páginas hace unas semanas Gari. Pues la cuenta atrás para ese agur definitivo está en marcha. Será el 6 de enero de 2023 en Mendizabala, aunque se quiere que la jornada al completo sea un día de fiesta que empiece por la mañana en el Casco Viejo y termine a la noche en la carpa que se instalará en el recinto.

La venta de entradas sigue en marcha –la estructura climatizada permite amoldarse a distintos aforos– aunque antes de las actuaciones en el BEC, el adiós en la capital alavesa no andaba lejos de los 10.000 pases adquiridos. Así, lo que comenzó en Vitoria, terminará aquí. En una noche que se quiere que sea mágica se cerrará el camino que se inició en la Nochevieja de 1981 con aquel primer encuentro con el público.

En realidad, todo esto tenía que haber sido distinto y haberse celebrado ya. Los componentes del grupo han mantenido la relación personal tras la separación en 1993. De hecho, para compartir el homenaje y el recuerdo al fallecido Tito Aldama, sus integrantes se reunieron en Hell Dorado en 2012. Pero también es verdad que cada uno ha seguido su camino profesional, no en todos los casos dentro de la música aunque sí en el sector cultural.

Como Gari y Josu Zabala contaron hace tres años, el primero invitó al segundo a uno de sus conciertos para que tocase algún tema con él y ahí “algo nos hizo tilín”. Pensando en conmemorar los 35 años del lanzamiento del primer disco de Hertzainak se pensó en volver a reunir a la formación y ofrecer cuatro conciertos en las cuatro capitales de Hegoalde. Hubo fechas concretas, de hecho. Pero no toda la banda estaba en el mismo lugar y momento.

Ante la insistencia del Euskalduna, Gari y Zabala decidieron dar el paso con tres actuaciones en Bilbao –en el citado palacio y en el Antzoki–, en las que, como el propio Txanpi ha relatado, él quiso estar pero no pudo por cuestiones familiares. Fue en el último tramo de 2019 y los implicados tenían ya entonces claro que, sí o sí, el adiós definitivo tenía que ser en Gasteiz. Todo estaba previsto para ello.

No se llegó a hacer público, pero a finales de junio de 2020 iba a tener lugar esa actuación. Iba a ser en un mes de infarto en Mendizabala aprovechando la misma estructura de escenarios y producción. El 13 de junio iba a actuar La Polla Records. El 19 y 20 se iba a celebrar el Azkena Rock Festival. Y justo una semana después iba a tocar Hertzainak. Sin duda, una agenda convertida en reto mayúsculo para una parte importante de espectadores de todas las edades. Pero apareció la pandemia y los planes se fueron al traste.

En buena compañía

Ahora toca quitarse aquella espina y, como en el caso de las dos actuaciones celebradas ahora en el BEC, afrontar la despedida con una larga lista de invitados, puesto que Hertzainak –ahora sí con Txanpi aunque no con Kike– quiere que estas actuaciones sean también una puesta en valor del ayer, el hoy y el mañana de la música en euskera.

Así, la banda contará con la presencia de Bingen Mendizabal “y una sorpresa especial”, según Gari. No quiere añadir más. Ya se verá. De momento se sabe que en el adiós, Hertzainak tendrá una larga lista de invitados: Peru Abarrategi, Manex Agirre, Paula Amilburu, Xabier Amuriza, Juantxo Arakama, Jon Basaguren, Dupla, Iñigo Etxezarreta, Xabi Igoa, Joseba Irazoki, Miren Narbaiza, Ruper Ordorika, Oihane Perea, Mikel Urdangarin e Iñaki Viñaspre. Junto a todos ellos no solo se recordarán canciones, también se pondrá en valor un momento y un movimiento. “Queremos rendir homenaje a esta ciudad y a todos los que hicieron de Gasteiz un modelo”.

De hecho, como explica Gari a este periódico, “el centro neurálgico de todo aquel movimiento de los años 80 fue Gasteiz. Y aquello fue posible gracias a la aportación de toda aquella gente muy joven y muy loca, con un espíritu artístico y revolucionario increíble. Gasteiz era una ciudad en ebullición continua. Es la magia que vivimos, una energía loca, y es la magia que queremos seguir compartiendo ahora”. Está previsto que sea a las 19.00 horas cuando se abra la carpa, estando las entradas disponibles en www.hertzainak.eus. A las 20.00 horas será el turno de que los invitados especiales a la ocasión compartan tablas, mientras que a las 22.00 horas empezará el último concierto juntos para Gari, Josu Zabala y Txanpi. Será una jornada histórica, un concierto para vivir y recordar durante mucho tiempo.

Sin nostalgia

El tiempo ha pasado pero Hertzainak no afrontan estos recitales con añoranza del pasado, sino como una reivindicación de lo que fue pero también una puesta en valor de lo que hoy es la música vasca. “La nostalgia no te carga las pilas”, dice Gari. Ahora “lo importante es poder crear una fiesta en la que todos seamos partícipes en Gasteiz de algo especial”.

“Los años pasan para todos. También a nosotros ahora nos cuesta adaptarnos al repertorio de Hertzainak. Han pasado un montón de años y no es fácil como músico coger ese repertorio y sumergirte en él; tu visión como músico ha ido evolucionando y transformándose hacia otros terrenos sonoros y, de repente, tienes que hacer una especie de retroceso y adaptación”. Y aunque puede que no haya nostalgia, sí muchas emociones, compartidas también por un público compuesto por personas de diferentes generaciones. Ellos son conscientes de que ahora les van a ver mucha gente que en su día ni siquiera existía. “Estamos impresionados por la respuesta que está habiendo a estos conciertos con tantos miles de personas. Es más de lo que esperábamos” reconoce Txanpi, aunque es indudable la repercusión e importancia que tuvieron unos Hertzainak que nacieron y se despedirán en Gasteiz. Llega el momento de tomarse la última.