“Nos conocemos y somos amigos. Así que un día pensamos en qué podíamos abordar de manera conjunta y apareció el concepto de estructura”, abriendo un abanico en formas y fondos que ahora se concreta en la exposición que Waldo González, Julen Araluze e Izaskun Alonso Saratxaga presentan desde mañana en ¶espazioa. Se establece así un “diálogo que también tiene sus interferencias” puesto que comparten hilos comunicantes y diferencias. Todo eso y más es Egitura, que estará abierta en la sala de la calle Costa Rica por lo menos hasta el día 30, aunque no se descarta que se amplíe en enero de 2023.

A esa idea de estructura se le une otra premisa fundamental en este proyecto, la ciudad. Está Vitoria, de hecho, presente en dos de las producciones. Es el caso de Waldo González con Todavía hay quien resiste, que hace referencia a una conocida letra de Potato y que además sirve para hacer un guiño a ¶espazioa y otras salas independientes que se mantienen a flote.

Figuración y abstracción se fusionan tomando como punto de referencia las cuatro torres de la capital alavesa. A través de ella se reflexiona sobre la idealización con la intención de generar cuestionamientos sobre lo cotidiano desde su mirada triste pero tranquila, según explican desde la sala de la calle Costa Rica. Sus cuadros se encuentran justo entre las dos otras propuestas artistas presentes en Egitura.

A uno de los lados, esta vez con el diseño de la plaza de los Fueros que idearon y construyeron Peña Ganchegui y Chillida en el corazón de Gasteiz como principio de la obra, se encuentra Izaskun Alonso Saratxaga. Ella, de hecho, no se mueve de la sala, donde hasta hace nada ha estado compartiendo Pintura, ESPAZIOA y cuerpo.

En este caso, en esa senda que en su práctica marcan la pintura, la arquitectura y el concepto de habitar, la artista toma la plaza para deconstruirla y general cuatro cuadros diferentes en los que se juega con el color y la repetición. Todo ello, además, se coloca en una pared que es obra en sí misma puesto que también es intervenida con un collage a modo de mural.

Al otro lado se ubica Julen Araluze con Las mariposas también vuelan los días de tormenta. Materiales residuales, fríos, asépticos, que se van generando en su taller son los elementos que ahora le sirven para crear cuadros en los que “mirar a lo que hay en los márgenes”. Como él mismo explica, Egitura es, así, un “collage de tres piezas”, un número que Alonso Saratxaga resalta: “nos gustaba ese juego de tres pintores, tres formas de hacer, tres formas de entender, tres miradas diferentes”.