“Y tú, ¿qué harías si tan solo te quedase un año de vida?”. Su nueva propuesta literaria empieza así y es de lo primero que Marta Lobo dio a conocer a través de Internet de Fly me to the moon. “Lo hice para sorprender y la verdad es que mucha gente reaccionó al instante”, sonríe la escritora vitoriana, consciente de la expectación que sigue generando después de 14 libros –de los que se han vendido miles y miles de ejemplares– y la participación en una antología. Pero no es que la autora haya decidido caminar por la senda del misterio o algo por el estilo. Fiel a la novela romántica, fija la atención en la reunión de varios amigos de la adolescencia que vuelven a encontrarse.

Será el próximo día 14 cuando su última producción esté disponible –en el formato físico, va a estar disponible también en Astrolibros– aunque ya está activada la preventa. Aunque pudiera parecer lo contrario teniendo en cuenta la trayectoria con la que ya cuenta, “todavía hay nervios” ante un nuevo lanzamiento. “Si no los hubiera, algo estaría haciendo mal”, más allá de que sabe que hay un público que espera sus novedades, “y esas expectativas hacen que el nivel de exigencia nunca pare de subir”.

En este caso, lleva a quien se asome a las páginas de Fly me to the moon a Tossa de Mar, a una casa en la que, durante cuatro días, transcurre el grueso de la acción, jornadas de reencuentro para un grupo de amigos que lleva años sin verse. “Todos vivían en Barcelona de jóvenes y pasaban las vacaciones en la casa del padre de uno de ellos”, pero como pasa tantas veces en la vida, las circunstancias y las decisiones les han ido separando.

En la mochila vital de cada uno “hay piedras” que ha llegado el momento de sacar para aligerar peso y “liberarse”. Malentendidos, cosas que no se dijeron, mentiras piadosas... siempre hay cosas que se terminan convirtiendo en grandes bolas de nieve. Así les pasa también a los protagonistas, que ahora rondan los 40 años. “Creo que hay mucha gente que se puede ver reflejada en esa relación entre los amigo, en lo que se dicen, lo que sienten, en algunos comportamientos y formas de relacionarse. Es un viaje al pasado y todos viajamos al pasado de vez en cuando”.

La distancia

Son dos los personajes que centralizan el relato, la pareja que siendo jóvenes formaron Jimena y Óscar hasta que sus sendas terminaron por distanciarse, además físicamente. Pero no es el único hilo del que tirar. También lejos de su lugar de origen se ha marchado otro de los reclamos de la novela, una influencer.

“Me interesaba hablar en este libro de ese mundo de las redes sociales en el que parece que todo va siempre bien, que todo son sonrisas, cuando hay muchas ocasiones en las que la gente sonríe estando por dentro muy mal. Muchas veces decimos que sentimos envidia por lo que vemos de esta o de aquella influencer, pero no sabemos qué hay detrás”, describe la autora, que para perfilar este personaje ha contado con el asesoramiento de una mujer que se dedica a las redes y que tiene más de medio millón de seguidores.

Estos y otros elementos dan forma y fondo a un libro con un final que “no es como se esperaría en una novela romántica al uso”, más allá de que sea “positivo”. Eso sí, no se pueden dar más detalles. Es algo que queda en manos de todas aquellas personas que se encuentren con Lobo y su nueva novela. “La acabé en mayo, un día antes de dar a luz” recuerda la escritora.

De todas formas, el camino no se detiene. Aunque hay que acompañar el lanzamiento de esta obra, las ideas para las próximas están sobre la mesa. “Me lo paso muy bien escribiendo”, sobre todo pensando en hacer aquello que le gustaría encontrarse como lectora. Pasa lo mismo con Fly me to the moon, que llega tras un tiempo de pandemia en la que ella no ha faltado a la cita con el público, más allá de que haya sido una temporada extraña. “Todo es un aprendizaje”.