Cerca de cumplir los 30 años de trayectoria, la compañía alemana Familie Flöz no se detiene en su afán por contar historias sin palabras y sin rostros reconocibles. Hace pocos meses estrenó su última producción, Hokuspokus, y ahora vuelve a Gasteiz con la penúltima, con un Feste que se puso de largo en abril de 2021. En el marco de la cuadragésimo séptima edición del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz, el grupo organiza este viernes una boda en la calle San Prudencio.
La cita será a partir de las 19.30 horas en un Principal que solo tiene entradas ya en los dos anfiteatros, aunque el primero está a punto de colgar el cartel de completo. No hay duda del interés del público por encontrarse con una formación singular en todo lo que hace, más allá de que no todo el público vea posible que se puedan contar tantas cosas, emociones y sensaciones sin decir ni una palabra y sin mostrar el rostro.
En este caso, las máscaras de Familie Flöz cobran vida para situar a los espectadores a la orilla del mar. En una casa de postín se va a llevar a cabo un enlace matrimonional, que requiere que esté todo a la perfección. En eso se afanan los encargados de surtir de lo necesario a la boda y sus invitados, personas "condenadas a permanecer déblies" frente a los ricos, ante quienes luchan por su dignidad y respeto.
Ello, bajo la dirección de Michael Vogel y con la interpretación de Andrés Angulo, Johannes Stubenvoll y Thomas van Ouwerkerk, configura una obra tragicómica "sobre la búsqueda de la felicidad individual", según explica la propia compañía en torno a un espectáculo que hace su estreno estatal en la capital alavesa antes de llegar a Logroño y Pamplona.