Empezó celebrándose en el propio espacio de Cuchillería y en julio, pero a lo largo de los años, pandemia incluida, el festival Dazz Jazz ha ido creciendo e introduciendo cambios. El último, que en este 2022 se va a llevar a cabo en octubre, un traslado a otoño que parece, por el ritmo de venta de abonos y entradas, contar con el beneplácito del público. Del 19 al 23, las tablas de Vital Fundazioa Kulturunea (Dendaraba) centrarán la atención. 

En realidad, el evento tendrá un caramelo previo el 18 en el club del Casco Viejo, donde actuará Leo Sidran & The Groovy French Band. Quienes tengan su abono para el festival podrán acceder de manera gratuita, aunque también hay pases a la venta para el resto.

Leo Sidran Redacción DNA

A partir de ahí, la atención se trasladará el 19 a Dendaraba. Todas las actuaciones se producirán a partir de las 20.00 horas y la de la primera jornada reunirá a Leonor Watling, Javi Peña Trío y Leo Sidran.

Ya el día 20, el protagonismo será para el pianista Iñaki Salvador, quien volverá a la capital alavesa para reunirse en esta ocasión con el trompetista Chris Kase. Justo 24 horas después, será el cuarteto del saxofonista Jesse Davis el que pida protagonismo.

“Hemos conseguido un cartel a la altura de cualquier festival internacional”, apunta Beñat Lasagabaster, motor del equipo que a lo largo del año hace posible la programación del Dazz y, por supuesto, también este certamen. Una buena muestra de ello llegará el 22 con la reunión de Jorge Rossy (batería), Bill McHenry (saxo) y Massa Kamaguchi (contrabajo). 

Chano Domínguez Iban Aguinaga

La guinda llegará el 23 de la mano del cuarteto de Chano Domínguez junto a Flavio Boltro. Va a ser esta una actuación especial por muchos motivos, pero sobre todo porque el pianista tenía que haber tocado en el Dazz el 15 de marzo de 2020, es decir, cuando todo se paró.

Los abonos están a la venta por 80 euros, “aunque los que quedan se pueden contar con los dedos de las manos”. También están disponibles las entradas sueltas para cada día de un certamen que cuenta con el respaldo de Fundación Vital y Ayuntamiento de Vitoria. “Vamos a ver cómo reacciona el público” al cambio de fechas a octubre, una decisión meditada y motivada por el exceso de festivales, no solo de jazz, que se concentra cada año entre finales de junio y julio.