Han sido años de silencio, pero el largometraje documental Berpiztu y el libro homónimo que se editará en otoño supondrán la reaparición por primera vez del trikitilari Kepa Junkera, interrumpida en 2018 tras sufrir un ictus en la ciudad belga de Gante, donde se encontraba para dar un concierto junto a dos artistas del grupo de pandereteras Sorginak.

Imagen de archivo del trikitilari bilbaíno.

Tras un ingreso hospitalario de urgencia, este tiempo ha sido de recuperación para Junkera, que ha permanecido junto a su familia en su caserío de Busturia. “Han sido años para recuperar la movilidad de su cuerpo, para aprender a hablar, mover las manos, comer, seguir viviendo. Porque Kepa sigue viviendo, sigue creando, emocionándose con el arte, con la música, con la poesía, con la pintura, con la fotografía. Este documental es el relato de esa emoción”, explica Fermín Aio, que ha dirigido esta película que ilustra la creación de un libro dirigido por el icónico músico en el que colaboran, al igual que en el documental, destacados artistas con los que ha compartido vivencias a lo largo de su extraordinaria trayectoria.

Berpiztu, que muestra el día a día del músico en sus circunstancias actuales, luchando por mantener vivo su extraordinario legado, se estrenará en otoño. Fermín Aio fue a visitar al músico al caserío Oliene a finales de 2020. Según el cineasta, “sigue manteniendo esa fuerza de volcán a punto de entrar en erupción que siempre le caracterizó”. Tras un largo proceso de rehabilitación, ha comenzado a generar nuevos proyectos. El más inmediato es un libro, que ilustrará toda su trayectoria y que Kepa concibe como una creación colectiva.

Según cuentan desde la productora, a lo largo del proceso, el músico ha ido invitando a sumarse al proyecto a todos aquellos artistas que han colaborado con él a lo largo de su carrera, ya se trate de poetas, escritores, fotógrafos, pintores, ilustradores... etc”.

“Paralelamente, el deseo de la familia de que la trayectoria del músico tuviera reflejo en una película, llevó a Fermín Aio y a Joserra Plaza a ponerse manos a la obra. Esta puso a disposición de los cineastas todo el archivo documental que poseen incluyendo material inédito que fue hallado en uno de los armarios del caserío”, informan en la productora.

Para Fermín Aio, su principal elemento de inspiración no ha sido tanto reflejar la trayectoria artística de Junkera como “captar esa emoción que transmite el músico en su proceso de rehabilitación, en sus esfuerzos por poner en orden su legado y por volver a hacerse presente”.

Por eso, asegura que Berpiztu no es solo un documental centrado en reivindicar un concepto como la preservación del patrimonio cultural sino que también habla de la salud “entendida como estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente a las circunstancias de la vida”.

Rodada en Euskal Herria, Catalunya, Galicia, Madrid y Portugal, la película cuenta con los testimonios de referentes como Ara Malikian, Santiago Auserón, Pablo Milanés, Pedro Guerra, Estrella Morente, Dulce Pontes, Joseba Tapia, Ibon Koteron, Motriku y la formación Sorgiñak, entre otros. Producido por Joserra Producciones, Berpiztu ha contado con la participación de EITB, con el patrocinio de la Fundación BBK y con la colaboración del Ayuntamiento de Bilbao. Llegará a las salas de cine en otoño, de la mano de Barton Films.

Intenso camino

Con su música, Kepa Junkera (Bilbao, 1965) ha llevado el sonido de la trikitixa por todo el mundo. El trikitilari ha recorrido un intenso camino que comenzó en su infancia en el barrio de Rekalde cuando, en la casa de sus abuelos maternos, escuchaba a su aitite tocar con su vieja pandereta. Con apenas 7 años y, por su cuenta, empezó a sacarle sus secretos a un pequeño acordeón, un camino que le ha llevado a explorar la música popular de distintos lugares y a ganar numerosos reconocimientos, entre ellos un Grammy y un premio de la BBC.

2018 estaba siendo un año muy especial para él, que se truncó con un ictus. Primero fue la gira de presentación del disco Te, proyecto de Samurai Accordion, una formación en la que el bilbaino estaba enrolado. También se embarcó en una ambiciosa aventura cinematográfica, poniendo música a varias películas. En septiembre recibió en Cerdeña otro importante galardón por “su amor a la música y a las sonoridades que proceden de lugares diferentes” del mundo. Tras ello, inició una gira de conciertos en Europa, pero en diciembre sufrió un ictus que le llevó a tener que ser hospitalizado de emergencia.