Los hermanos Dardenne denuncian la crueldad del sistema europeo de acogida de inmigrantes a través de la historia de amistad incondicional entre una adolescente y un niño africanos en Tori y Lokita, filme que compite por la Palma de Oro y que presentaron ayer en el Festival de Cannes.

Habituales del certamen y dos veces ganadores de la Palma de Oro -en 1999 con Rosetta y en 2005 con L’enfant- los Dardenne se mantienen fieles a su estilo y a su propósito de denunciar las injusticias y poner el foco en los marginados del sistema. “Nos interesaba contar la historia entre una adolescente de 17 años y un niño de 12 en una situación hostil en la que tratan de hacer de su amistad su país, su territorio de resistencia ante lo que les rodea”, señaló Luc Dardenne.

“Y al mismo tiempo es una denuncia de las condiciones de vida de estos menores que están exiliados, son vulnerables y se encuentran solos”, agregó sobre un filme implacable con la nueva forma de “esclavitud” que toleran las sociedades occidentales contemporáneas.

Para los papeles principales, ella una joven de Camerún y él de Benin, los cineastas belgas han contado con actores no profesionales. A Joely Mbundu (Lokita) la encontraron rápidamente, en el segundo día de casting. Les costó más dar con Pablo Schils (Tori) después de ver a un centenar de aspirantes. Aunque no se conocían entre ellos, en pantalla los actores dan una credibilidad total a esa relación cómplice. Según Luc Dardenne, se trata también de un “filme de aventuras” donde Lokita es quien más sufre las consecuencias del sistema y Tori quien acude al rescate.

Los directores subrayaron lo “difícil” que es conseguir la regularización de un menor si no se trata de un refugiado de un país en guerra. Lokita es una de esas niñas enviadas por sus padres para que ganen dinero y poder ayudar a la familia, sin saber lo que realmente les espera en la ansiada Europa.

La historia arranca en el centro de menores donde Lokita trata de convencer a las autoridades de que ella y Tori son hermanos porque eso le garantiza conseguir los papeles y a medida que avanza muestra cómo ese ardid acababa dando lugar a una amistad real y profunda.

La otra película en competición de la jornada fue Nostalgiadel italiano Mario Martone, adaptación de la novela homónima de Ermanno Rea que se sumerge en el corazón del barrio napolitano de Sanitá para contar la historia de un hombre que regresa a su ciudad natal después de 40 años. Allí descubre que su mejor amigo de la infancia se ha convertido en jefe de la Camorra.