- “Os estaba esperando” es sin duda la frase que más dicen los delincuentes fugitivos tras ser capturados. Así lo han podido comprobar las creadoras de Fugitivos, una nueva serie original de Movistar Plus+ que se estrena este lunes y que mostrará el trabajo que desempeñan los miembros del Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional.
“Ellos creen que están libres, pero están ya cumpliendo una condena porque están todo el día mirando hacia atrás. No se dan cuenta, pero están en la cárcel. Muchísimos, nos cuenta la policía, cuando les dan el alto, les dicen “os estaba esperando” porque al final vivir así no es fácil”, cuenta una de sus creadoras, Elena García Cedillo.
A través de cinco episodios, la serie -una producción original Movistar Plus+ en colaboración con La Caña Brothers, creada por Cedillo y Susana Alonso- busca contar de cerca el trabajo que realiza esta sección de la Policía y también poner el foco en los fugitivos y en lo que han hecho para tener una orden de busca y captura en su contra.
“Lo que se ha visto hasta ahora era la detención, pero realmente no se explican bien los motivos y por eso nos gustaría que con esta serie se viera qué malos y peligrosos son los fugitivos. Se idealiza mucho la figura del fugitivo y no son corderitos, son peligrosos muchos de ellos”, explica Fernando González, inspector Jefe de la Sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional, que ha participado en la docuserie.
Esta sección se encarga de localizar y detener a los delincuentes más buscados y peligrosos, nacionales o extranjeros, que han conseguido burlar a la justicia. Sicarios, violadores, narcotraficantes, mafiosos, pederastas, atracadores, genocidas... Todos intentan mantener su identidad oculta para empezar una nueva vida.
Fugitivos emitirá cada lunes un nuevo episodio y arrancará esta semana, con un capítulo en el que se mostrará la detención de varios delincuentes, entre ellos un hombre acusado de abusar de un menor, que estuvo más de cuatro años encerrado en su casa, para evitar ser detenido.
También el arresto de Gioacchino Gammino, uno de los mafiosos italianos más buscados, que fue localizado hace unos meses en Galapagar (Madrid), donde llevaba un tiempo residiendo bajo una identidad falsa, tras llevar desaparecido casi 20 años.
“Tenemos que mostrar cuánto de malo es el malo. Porque tú ves a un tipo que lleva veinte años escondido, pero es un mafioso que se ha llevado a mucha gente por delante y es un señor al que llaman Manolo el de Galapagar, pero tenía que estar cumpliendo una cadena perpetua por pertenencia a organización criminal”, señala Elena García.
Para mostrar el trabajo de los policías, explica, una unidad mínima formada por un redactor y un operador de cámara se empotra en el coche policial intentando “interceder lo mínimo posible en el trabajo que ellos realizan y sin que haya interacción entre el redactor y el detenido”.
En el episodio también se mencionan casos icónicos como el de Antonio Anglés, el fugitivo más buscado de España, principal sospechoso del rapto, violación y asesinato de las tres adolescentes Miriam García, Desirée Hernández y Toñi Gómez, las niñas de Alcásser. Treinta años después de su presunta huida, la Policía sigue buscándolo.
“Siempre se van revisando los casos antiguos para verlos con otra perspectiva. Hay gente que le da un enfoque diferente y estas diferentes visiones siempre te dan una pista donde tirar o una gestión que practicar. Sí que es verdad que es un caso muy difícil, de hace muchos años, que es muy mediático, pero nosotros no renunciamos a él”, asegura el inspector jefe González.
Con 400 detenciones de prófugos por año -el 75% delincuentes internacionales- España es el país de Europa con más arrestos de fugitivos. Todo ello después de que el 1 de enero de 2004 entrara en vigor la Orden Europea de Detención (OED), que hizo necesaria la creación de unidades específicas encargadas de perseguir a los huidos de la justicia.
Fugitivos llega tras una gran ola aperturista que han vivido las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en los últimos años, con una cada vez mayor presencia en medios.
“Es otra época. La policía de ahora es una policía orientada al servicio público, es una policía de la comunidad y a la gente le gusta saber qué se hace. Ya se ha desterrado esa imagen de la policía represiva, la policía del Estado. Cada vez a más compañeros les gusta y están dispuestos a colaborar para este tipo de proyectos”, señala González.