El escritor Fernando Aramburu y el cocinero Karlos Arguiñano han conformado esta mañana al mediodía en la supermanzana literaria del Paseo de Gracia una "mesa vasca" de firmas, felices por el reencuentro con los lectores tras unos años en los que Sant Jordi ha estado marcado por las restricciones.

Aramburu, que además de firmar dedicatorias de su último libro, "Los vencejos", también ha dedicado ejemplares de su célebre "Patria", se sentía sorprendido porque en ese momento se habían frustrado las previsiones meteorológicas que anunciaban lluvia.

"Tenía que ser un día gris con paraguas y al final ha salido el sol, hay mucho público y muchas sonrisas", ha dicho poco antes de que una granizada de aúpa aguara sus previsiones.

El autor vasco, que ha tenido un percance con el primer bolígrafo que le ha tocado, que le ha dejado manchada la mano de tinta, ha comentado: "Tenía ganas de volver a Sant Jordi después de dos años de abstinencia".

Compartiendo mesa, pero no mantel, el chef Karlos Arguiñano ha vuelto a la fiesta barcelonesa del libro "después de más de doce años de ausencia", recordaba mientras estampaba su firma junto a un pequeño dibujito con el gorro de cocinero.

Para el televisivo cocinero, "esta fiesta es increíble", y ha añadido: "Tengo muchos seguidores, pero creo que hoy han venido todos".

Entre los numerosos lectores que se acercaban al chef, "muchos que llevan treinta años siguiéndome por la tele y ahora me encuentran a medio metro y noto que se emocionan".

Entre libro y libro firmado, Arguiñano no escatima sus consejos, entre ellos que "una familia bien comida, es una familia feliz" o que "comer bien no necesariamente quiere decir comer mucho ni caro, sino simplemente variado".