Un certamen que sirva para mostrar, y premiar, lo mejor de la producción internacional de cortometrajes, sin perder de vista la realización estatal, vasca y alavesa. En pocas palabras, sobre estas bases nace, de la mano de Fundación Vital, iCOFF-Gasteiz, que celebrará su primera edición del 4 al 9 de abril.

De hecho, el evento, que está dirigido por los cineastas alaveses Kepa Sojo y Sonia Pacios, abre ahora la convocatoria de inscripción para los títulos que quieran tomar parte en su parte competitiva, que este año, por cuestiones de tiempo, dejará que su sección internacional sea solo de exhibición. Los trámites se pueden llevar a cabo en la web del evento (www.icoffgasteiz.com).

"Cuantos más proyectos cinematográficos haya en Álava, mejor para la cultura y para toda la sociedad", apunta Sojo, quien junto a Pacios ha sido responsable del festival Cortada hasta hace nada. "iCOFF es algo nuevo y distinto que viene a sumar a un tejido audiovisual importante que se está generando aquí en los últimos años", contexto en el cual el nuevo certamen también quiere ser motor de imagen de Vitoria y la provincia en el exterior, al objeto de atraer nuevos rodajes.

Todo se andará. De momento, toca armar una primera edición para la que se podrán presentar cortometrajes hasta el próximo 18 de febrero. Ya se está trabajando en la selección, eso sí, de la sección Nazioartekoa, donde se unirán títulos ganadores de premios como los Oscar y festivales como Cannes. A partir de 2023, este apartado será también competitivo, aunque en este 2022 tendrá carácter de exhibición.

Además, se establecerán otras dos secciones: Ofiziala (ámbito estatal); y Eusko eta Araba. Las proyecciones se llevarán a cabo en Vital Fundazioa Kulturunea (Dendaraba), donde el 9 se producirá la gala de clausura y la entrega de reconocimientos correspondiente a un palmarés que tendrá un galardón general (Gran Premio iCOFF) dotado con 2.500 euros, así como premios a lo mejor en ficción (1.000), documental (1.000), animación (1.000), corto en euskera (500), vasco (500) y alavés (500), sin perder de vista el premio que dará el público (500).

Por cierto, todavía no hay nada seguro del todo, pero la organización está trabajando para que el evento pueda ser acreditativo de cara a la preselección de cortometrajes a los premios Goya y Forqué.

Además de las proyecciones, la idea del certamen es propiciar el encuentro con el público de los realizadores y las realizadoras de las cintas seleccionadas, así como poner en marcha un programa de actividades paralelas, como clases magistrales, entre otras. Asimismo, se llevará el festival a diferentes certámenes y mercados internacionales del audiovisual para potenciar la imagen y el atractivo del territorio como espacio para el trabajo cinematográfico.

"Este festival es una apuesta que viene para quedarse", afirma Arantxa Ibáñez de Opacua, directora de Fundación Vital, que ya a lo largo del año colabora en otros eventos audiovisuales, sin perder de vista que es la entidad impulsora de la Semana de Cine Vasco, por ejemplo.