l mundo de la cultura y de la política despidió ayer a Almudena Grandes, fallecida este sábado, y que será recordada como "la escritora de la memoria", que "puso voz a los olvidados y los humildes" y que hizo de España un "país mejor": "Ayer llovieron piedras sobre la literatura española".

Esos fueron algunos de los comentarios de actores, escritores, directores y políticos que ayer domingo al Tanatorio La Paz (Alcobendas), donde se velan los restos de la escritora, para acompañar a los familiares y amigos en el último adiós a una de las figuras más relevantes de la literatura española de las últimas décadas, aquella que "como escritora de la memoria, permanecerá en el tiempo", según recogía Efe.

Una mujer "claramente comprometida con la palabra, con nuestra memoria colectiva y con su país porque desde su dimensión y aportación intelectual ha hecho a nuestro país un país mejor", dijo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, uno de los primeros en acudir a "rendir tributo" a Almudena Grandes, que falleció sábado en su domicilio de Madrid a consecuencia de un cáncer que le detectaron en septiembre del año pasado.

Su ciclo novelesco, Episodios de una guerra interminable, que abarca toda la postguerra (1939-1964, hasta el aperturismo) desde la perspectiva de los vencidos, ilustra este compromiso con la historia y con la literatura. Con cinco novelas ya publicadas y otra por publicar, Mariano en el Bidasoa, Almudena Grandes homenajea a Galdós, el gran novelista del siglo XIX español, y relata un periodo imprescindible para entender la España posterior.

Del Ejecutivo también asistieron el ministro de Cultura, Miquel Iceta, que destacó su "gusto por la historia, la recuperación de la memoria, su calidad de escritura increíble y su carácter feminista y de izquierdas"; y el de Presidencia, Félix Bolaños, para quien Almudena Grandes "ponía voz a los olvidados y hacía que recuperáramos su memoria y su historia". O también la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, que señaló que el agradecimiento a la escritora Almudena Grandes "es infinito".

Esa memoria incardinó el discurso de amigos, compañeros y representantes de las instituciones de la cultura y la política, hasta el punto de que el expresidente del Gobierno Jose Luis Rodríguez Zapatero la definió como "la escritora de la memoria de la memoria: nos enseñó el consuelo que hay en la memoria y la búsqueda de una justicia perdida que hay en la memoria".

Pero también la gran mayoría elogió su compromiso "con los más vulnerables y olvidados", "con los vencidos", un mujer que en palabras del defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, "ha puesto voz a los supuestamente insignificantes, que son personas que son historia con mucho sentido para nuestro país, eso que ella llama 'los supervivientes' y que parece que a veces olvidamos".

Muchos de los que se acercaron la tuvieron como la escritora de referencia de su generación, como ha subrayado la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, por eso lamentaban su fallecimiento a los 61 años, "demasiado joven".

Pero los elogios hacia Grandes se extendieron a su compromiso manifiesto por las mujeres. Ella, luchadora comprometida con el feminismo, fue "una gran voz pública de muchas mujeres", como ha recordado la exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo.

Todos dieron cuenta de su talla intelectual, social y política destacando el luto que desde este sábado viste a la narrativa española por la "perdida irreparable" que deja la autora de El corazón helado.

La cultura

Sabina, Ana Belén, Montxo Armendáriz...

El presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, subrayó la "alegría" y la "dignidad" como notas de la vida y de la obra de la escritora. "A Almudena la vamos a recordar alegre, como ella nos enseñó. Ella nos ha enseñado a recordar, nos ha enseñado la importancia de la memoria y así la vamos a recordar siempre, y como ella quería: alegre". Nadie como el escritor y periodista Juan Cruz describió gráficamente el impacto de su muerte en España: "Es como si hubieran llovido piedras ayer sobre la historia reciente de la literatura", reflexionó.

Aquellos visiblemente más afectados eran como es normal los más cercanos. Además de su familia, su grupo de amigos de Madrid y Cádiz -ella tenía casa en Rota, donde se la consideraba una vecina más- evitaron hacer declaraciones. Estaban entre ellos los cantantes Ana Belén y Víctor Manuel. También los directores de cine Montxo Armendáriz y Fernando León de Aranoa. Otros, como el Gran Wyoming y Joaquín Sabina estuvieron horas junto a la familia y en particular junto al escritor Luis García Montero, su marido.

Por el tanatorio se vieron bufandas del Atlético de Madrid, el club de sus amores, que precisamente ha colgado una foto en las redes sociales de Almudena Grandes con la camiseta del equipo.

Homenaje que también espera hacerle la ciudad de Madrid si prospera la petición que la portavoz del grupo mixto en el Ayuntamiento y miembro de Recupera Madrid, Marta Higueras, anunció, de presentar un moción de urgencia en el próximo pleno municipal para que sea nombrada hija predilecta de Madrid y tenga, además, una calle, plaza o biblioteca en su honor.

Otras personalidades que se desplazaron a darle el último adiós fueron la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, acompañada de su pareja, el juez Baltasar Garzón; el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo; y el padre Angel, que dijo: "las personas se nos van, pero siempre queda la bondad de ellas". Como Almudena.

"Están lloviendo piedras sobre la historia reciente de la literatura española"

Escritor y periodista

"Desde su dimensión y aportación intelectual ha hecho un país mejor"

Presidente del Gobierno

"Puso voz a los supuestamente insignificantes en la historia de España"

Defensor del Pueblo

"A Almudena Grandes la vamos a a recordar alegre, como ella nos enseñó"

Presidente de la Academia de Cine