En los últimos años, el Festival Internacional de Teatro de Gasteiz y el británico Be Festival vienen cruzando sus caminos, una relación que se traduce en la posibilidad de ver en la capital alavesa algunas de las mejores propuestas de distintos países que conforman parte del certamen que se lleva a cabo en Birmingham. La pandemia, eso sí, ha hecho que todo se complique de manera especial y de que en 2020 fuera imposible el reencuentro. Por fortuna, en este 2021 sí se va a poder recuperar la senda.

En concreto, la cita con el público se va a producir hoy en el Jesús Ibáñez de Matauco (centro cívico Hegoalde). Serán tres las propuestas que se representen a partir de las 19.30 horas, quedando todavía entradas disponibles en taquilla a un precio de 18 euros cada una. Además, tras las actuaciones se propiciará un coloquio posterior con los protagonistas de las producciones.

Así, quienes acudan a la representación podrán adentrarse en 40.000 centimetri quadrati, pieza de danza contemporánea de la intérprete, coreógrafa y directora italiana Claudia Catarzi. “Un solo cuerpo, reducido a lo esencial, que se sube al escenario en un espacio limitado. Claudia Catarzi parte del deseo de redescubrir lo que solo el cuerpo puede restaurar”, explican desde el festival de Reino Unido.

También se podrá ver Levitaciones, obra interpretada, escrita y dirigida por Hannah De Meyer. En este caso, se presenta “un paisaje de pensamientos. Es un cuarto oscuro. Es una cabaña remota en las montañas y todo el mundo está en silencio. De Meyer crea universos poéticos donde la esperanza y la desesperación, ser y no ser, la sexualidad, el amor y la muerte se rozan entre sí”. En este caso, el espectáculo será en inglés con sobretítulos en castellano.

Junto a la propuesta belga también estará la producción de Bertrand Lesca y Nasi Voutsas, que llevarán a escena The end. La pieza franco-inglesa “es un relato conmovedor y divertido sobre la catástrofe climática actual. En este nuevo espectáculo, Bert y Nasi bailan el final de su relación, imaginando cómo sería un futuro sin el otro. Su baile es un recordatorio y una celebración de nuestra propia mortalidad y la de todo lo que nos rodea”. El montaje cuenta además con texto que será proyectado en castellano.