- Kira Miró (Gran Canaria, 1980) comenzó su formación como actriz en la prestigiosa escuela de Cristina Rota en Madrid. Su debut en la pequeña pantalla fue como presentadora en el espacio juvenil de Antena 3 Desesperado Club Social, donde ya ejercía de actriz en los sketch del programa. Posteriormente trabajó en series como La que se avecina o Servir y proteger, y ha estado a las ordenes de cineastas de enorme prestigio como Pedro Almodóvar en Los abrazos rotos, Álex de la Iglesia en Crimen ferpecto, o Isabel Coixet en el cortometraje Un corazón roto no es como un jarrón roto o un florero. Miró actualmente protagoniza Escape Room de Héctor Claramunt y Joel Joan. Y en televisión es colaboradora habitual de El Hormiguero. El próximo día 25, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, estrena el cortometraje De Menos (Cosmo), dirigido por las hermanas Cristina y María José Martín y el que en el que interpreta a Marta, una mujer que ha sido ascendida a un puesto de gran responsabilidad en su trabajo, pero pronto nota que algo no va bien con su pareja, Andrés, a quien encarna Víctor Clavijo.
¿Qué fue lo que le atrajo de De Menos?
—El poder dar voz a todas esas personas y mujeres que sufren maltrato psicológico y que son invisibilizadas y pisadas.
La historia va a sorprender al espectador
—No te esperas lo que va a pasar y los dos personajes se transforman. Muchas veces no nos damos cuenta o podemos alardear de ser de cierta manera y, sin querer, comportarnos de otra. Este corto va de abrirnos esa visión y alertarnos de que todos podemos ser abusivos o atacar a nuestras parejas sin querer.
¿Cómo se prepara para interpretar a su personaje?
—Pues trabajo de investigación, hablar con personas que sufren este abuso, y ponerle mi alma y mi emoción desde mis experiencias.
¿Se ha sentido identificada de alguna manera con Marta y la situación que vive?
—Todos podemos sentirnos identificados con lo que le pasa al personaje de Marta. Y desde mi vivencia he podido darle vida.
¿Ha experimentado discriminaciones en su trabajo por el hecho de ser mujer?
—Yo llevo 20 años en esta profesión y en algún momento he sufrido este tipo de discriminación. Pero existe en todos los sectores. En la interpretación, con el salario directamente nosotras cobramos bastante menos que nuestros compañeros y muchas veces se da más importancia a algo que propone un chico que una chica, en los equipos técnicos hay más hombres que mujeres... Pero yo creo estamos trabajando y que cada vez hay más mujeres en todos los ámbitos. Es una carrera de fondo que estamos comenzando.
Las mujeres todavía tienen que trabajar más para que las valoren igual que a los hombres.
—Tenemos que trabajar bastante más para demostrar lo mismo que un hombre. En la sociedad hay una tendencia a infravalorar a la mujer o pensar que no está totalmente capacitada para según qué cosas. En mi caso personal, por ejemplo, cuando hice el programa de El desafío, nadie apostaba por mí por mi físico y resulta que gané el concurso. Pero a priori el juicio era: no lo va a poder hacer.
¿Cómo fue el rodaje y, en particular, grabar con Víctor Clavijo, vista la intensidad de sus escenas?
—Rodar con Víctor Clavijo fue un sueño porque siempre le he admirado y tenerlo de frente como mi marido me encantó. Es un actor que te da muchísimo con solo estar presente. Y el rodaje, dentro de lo duro que es, fue bastante amable. Todo el equipo técnico estaba peleando por sacarlo. Con Montse (Pla) y Juan (López-Tagle) fue muy fluido. Y sobre todo creo que se me hizo fácil porque las directoras tenían muy claro lo que querían. Todo iba muy medido, todo tenía un por qué y todo tenía un sentido. Fue un lujo rodar este corto.
¿Qué cree que aporta a un proyecto como éste?
—Creo que aporto un pequeño granito de arena para abrir los ojos de la gente y dar voz a esas personas que están siendo abusadas.
Hay mucha gente que piensa todavía que el machismo no existe, ¿qué le diría?
—Que abran los ojos y estén presentes en la vida real porque continuamente estamos viviendo micromachismos o microabusos. El trabajo comienza en la educación desde pequeños. Nosotros somos una generación que tiene que quitarse esas capas, pero la generación que viene tiene la responsabilidad de no tenerlas. Este corto te mueve, te remueve, te emociona y te conmociona.
“Este corto nos alerta de que todos podemos ser abusivos o atacar a nuestras parejas sin querer”
“En la interpretación muchas veces se da más importancia a algo que propone un chico que una chica”
“Las mujeres tenemos que trabajar bastante más para demostrar lo mismo que un hombre”