Después de ocho años, Dexter, probablemente el asesino más famoso -y querido- de la televisión, se “reencontrará” con el público en una novena temporada, New Blood, en la que afrontará problemas para mantener la “vida real” que ha intentado forjarse a base de “honestidad”.
“Espero que el público sienta que está reencontrándose con un viejo amigo, pero en un contexto muy diferente”, dijo a Efe su intérprete, Michael C. Hall, en una particular alfombra roja -asemejaba ser un manto de nieve teñido de sangre- previa al estreno mundial de la nueva temporada en el Lincoln Center de Nueva York. En el controvertido último episodio de Dexter, que se emitió en 2013, se sugería que el protagonista logra escapar a un naufragio y, dejando atrás todo lo que conoce, se las arregla para convertirse en un leñador tras una vida entera burlando a la Justicia, lo que dejó con una sensación agridulce a sus seguidores.
“No pensamos hacer esto como una redención. Pero tampoco es un secreto el hecho de que aquel final fue insatisfactorio”, explicó el productor ejecutivo original, Clyde Phillips, quien adelantó que se avecina una temporada “valiente” con muchos momentos que permiten establecer “una mezcla de lo nuevo y lo viejo”. New Blood (Nueva Sangre) transcurre al norte del Estado de Nueva York, en la fría localidad ficticia de Iron Lake, donde el meticuloso forense que llevaba una doble vida como asesino de criminales en Miami vive bajo una nueva identidad después de su desaparición en medio de un huracán en alta mar.
“Lo conocemos en un momento en que ha empezado a dar pequeños pasos para forjarse una vida real por sí mismo, tanto como se puede tener una vida real cuando finges ser otra persona y has simulado tu propia muerte”, desgranó Hall, a quien acompañaron sus nuevos colegas de reparto y también los antiguos. “Creo que es lo más honesto que ha sido nunca, intentando controlar sus impulsos, sin matar y teniendo una vida normal. Pero como te puedes imaginar, porque giramos las cámaras hacia él, puede que eso no dure mucho”, agregó el ganador del Globo de Oro con su característica sonrisa misteriosa. Y es que el reencuentro con el público no es el único al que se enfrenta Dexter: le espera Harrison, el hijo pequeño al que abandona con su entonces pareja y que, irreconocible como un adolescente, parece pillarle por sorpresa llegando a Iron Lake y preguntándole si conoce a Dexter Morgan, su verdadero nombre. Jack Alcott, que interpreta al joven, señaló que la relación entre padre e hijo será complicada y tardará en desarrollarse, con momentos “duros” y “muy raros”: “Harrison está enfadado con él porque ha sido, bueno, un padre ausente que ha fingido estar muerto”, resume.
No obstante, “una gran cuestión” para el protagonista esta temporada, “mientras se reencuentra con su hijo ahora ya totalmente crecido”, será si ha heredado su instinto más oscuro y es como su progenitor. “Si no lo es, ¿cómo mantiene eso lejos Dexter? Y si lo es, ¿cómo gestiona eso Dexter?”, planteó Hall. “Harrison decididamente tiene sus demonios”, aseguró Alcott, para quien su personaje “es muy similar a su padre, por lo meticuloso que es, y por cuánto ha pasado en la vida”.
En el nuevo reparto destaca también Angela Bishop (Julia Jones), una jefa de Policía pionera en el pueblo, tanto por ser mujer como por pertenecer a minoría étnica, quien acabará siendo, convenientemente, la nueva pareja de Dexter después de que este se haya guardado de involucrarse en una relación. “Es abstinente, monástico y se resiste a volver a hacerlo porque cuando lo hace, la gente a su alrededor muere. No las víctimas sino su hermana, su capitán, su esposa... Eso es lo que carga”, sostuvo el productor Phillips, también guionista de la serie. “Pero el “pasajero oscuro” tiene que emerger, porque esto es Dexter: la gente va a morir”, añadió.
Dexter: New Blood, que tendrá diez episodios de una hora, se estrenará en EEUU en la cadena Showtime el 7 de noviembre y en Movistar+ al día siguiente.