- Tequila, M-Clan, Los Rodríguez, Loquillo, Coque Malla o Burning son algunos de los grupos de referencia para Los Zigarros, para estos valencianos que han teloneado a los mismísimos Rolling Stones. Integran el grupo, los hermanos Ovidi, vocalista y guitarrista, y Álvaro Tormo, también a la guitarra; el batería Adrián Rives y el bajo Nacho Tamarit. Cuatro rockeros en plena gira hasta final de año. En 2022 se encerrarán a componer y grabar disco. Hasta la fecha, más de 300 conciertos y top de las listas de ventas oficiales avalan su carrera. Su álbum debut, titulado Los Zigarros, salió en 2013. Con él recorrieron salas de pequeño aforo para dar a conocer su potente directo. A partir de ahí y debido al aumento de su popularidad en un relativamente corto espacio de tiempo, se les ha etiquetado de relevo generacional del rock and roll en España. Hoy regresan a la capital alavesa, donde ya han dejado buenas muestras de ese camino, además desde muy pronto. Lo hacen para protagonizar la penúltima cita de este Azkena Rock Festival especial en una jornada que abrirán Los Estanques. Antes, eso sí, en la furgoneta que les lleva de gira, atienden a DNA.

Cita hoy en el Azkena.

-Siiiií. Allí estaremos, en el ciclo de conciertos que han preparado, como no se puede celebrar el festival de rock como tal...

Supongo que no es como ser teloneros de los Stones, pero sí un buen escenario para los rockeros.

-Sí, claro. Justo lo hablábamos hace poco, que hemos tocado un montón de veces en Vitoria y la verdad es que es muy buena ciudad para el rock. Precisamente, en el Azkena estuvimos hace como siete u ocho años, en la Virgen Blanca también hemos actuado un par de veces, en la sala Hell Dorado en otras dos ocasiones, y en el Osteguna Rock.

Vamos, que, salvo sorpresa, ya conocéis a vuestro público...

-Sí, muy buen público.

¿En qué sentido?

-Bueno, en el sentido de que aprecia el rock and roll.

Que ya es mucho decir en estos tiempos que corren...

-Ya. Bueno, en los medios quizá da la sensación de que está de capa caída porque no salen grupos en ningún lado, no ponen rock ni en la tele ni en la radio, pero entre las bandas de música no es así, hay un montón de grupos, los locales están llenos de bandas de rock.

O sea, que hay cantera suficiente en estos momentos.

-Sí, sí, sí, yo creo que sí. Al final, en todos los sitios se escucha rock, y hay buenas bandas.

Sin embargo, de vosotros se ha dicho que "estáis llamados a ser el recambio natural del rock&roll con denominación de origen española" y hasta se os ha denominado 'banda de referencia'.

-Bueno, la verdad es que es un halago, no te voy a decir que no, aunque a nosotros no nos gusta llevar ninguna bandera, pero sí creernos lo que hacemos; hacemos lo que nos gusta y, además, tenemos la suerte de que la gente viene a vernos.

¿Y qué vais a ofrecer de nuevo al público de Vitoria que tantas veces os ha escuchado ya en directo hasta ahora?

-Jajaja (se oyen risas en el interior de la furgoneta). La verdad es que esta gira está siendo súper guay, estamos tocando como nunca, y creo que va a ser un conciertazo.

¿Alguna sorpresa?

-Puede ser, puede ser, pero no puedo desvelar nada.

Vaya, ni un poquito...

-No, no, no, que va... Tenéis que venir al concierto para verlo.

Los Zigarros tiene ya una amplia trayectoria, ¿queda algo del bautismo aquel de 'altos, rubios y delgados como los cigarros', que dio pie al nombre del grupo?

-Sí, seguimos siendo altos y rubios, quizá no tan delgados como antes, pero algo queda. Nos llamaban los cigarros porque parecíamos un cigarro al revés, rubios, altos y estirados, jaja. Creo que cada vez queda más de nuestros inicios, sobre todo, después del parón éste que hemos tenido por culpa del covid. La ilusión es la misma o más; de hecho, hemos cogido la gira con unas ganas tremendas, sólo en agosto llevamos como ocho conciertos o así, y hasta que acabe el año, no vamos a parar de tocar.

Ya que lo ha sacado a colación... Vaya año y pico de covid..., un desastre para las bandas de música, ¿no?

-Ha sido horrible, como si de repente no pudieras desempeñar tu oficio. Al no poder juntarse la gente, nuestro sector es uno de los más afectados, fatal, fatal... Este año no, pero el pasado, estábamos todos en casa encerrados y cuando te acostumbras a salir y estar de gira, eso es horrible, un año rarísimo tuvimos, creo que tres conciertos o así dimos en todo un año.

Al menos, os daría tiempo a maquinar algún nuevo trabajo.

-Lo cierto es que estamos componiendo un nuevo disco, pero todavía está en una fase muy inicial, no sabemos ni cómo va a sonar ni tenemos las canciones acabadas.

¿Pero va a sonar a rock?

-Sí, sí, claro, no sabemos hacer otra cosa que rock; escuchamos muchos estilos de música, pero a la hora de componer, lo que nos sale, siempre tiene ese punto rockero.

Volviendo al Azkena de este año, ¿os lo imagináis más 'light', con menos 'fuerza', al no ser un festival al uso como en ediciones pasadas?

-No, que va, vamos a tope. Al principio de la pandemia sí que nos resultaron algo raros los conciertos con público sentado y con mascarillas, pero nos hemos acostumbrado y, la verdad, es que hay una energía buenísima, la gente tiene un montón de ganas de asistir a conciertos, de salir, de pasárselo bien y, aunque sentados, hay una vibra muy buena. Es algo nuevo para todos y, poco a poco, vamos aprendiendo cómo hacerlo.

Por cierto, ¿no aparecerá la palabra covid en alguna de las nuevas canciones que componéis?

-(Risas) No, no, el covid queremos olvidarlo ya de una vez, joderrr, qué pesadilla.