- Desde La Habana hasta Miami, el musical animado Vivo de Netflix y Sony Pictures Animation rinde tributo a la exuberancia y riqueza de los ritmos latinos con Lin-Manuel Miranda como estrella tanto en el doblaje como en la banda sonora. Bajo la dirección de Kirk DeMicco y Brandon Jeffords, Vivo desembarca hoy en la plataforma digital con un brillante reparto de voces que incluye a Gloria Estefan y Zoe Saldaña. Quiara Alegría Hudes, coguionista de la película y habitual colaboradora de Miranda, explicó lo especial que es trabajar con el creador de Hamilton. “Cuando escribo con Lin es como cuando de niño vas a casa de otro niño y son todo juguetes nuevos porque no son tus juguetes. Así me siento con Lin, siempre juego con juguetes nuevos”, aseguró.
Miranda presta su voz a Vivo, un kinkajú (también conocido como martucha) con mucho talento para la música que actúa en las calles de La Habana junto al entrañable Andrés. Las vidas del pequeño animal y del anciano cambian de repente cuando Andrés recibe una carta de Marta, una cantante que es el gran amor de su vida y que se fue de joven a triunfar a los escenarios de Miami. Sin embargo, la desgracia se cruza en sus caminos y Vivo tendrá que afrontar un viaje repleto de peligros y aventuras hasta Miami para cumplir la promesa romántica de su querido amigo Andrés. Con Coco (2017) como referente claro, Vivo aborda temas como el amor, la familia y la amistad con la música latina como protagonista absoluta dentro de una trama con muchos alicientes para los más pequeños.
Durante el doblaje Quiara Alegría Hudes descubrió “una cara completamente diferente” de Miranda encarnando al pizpireto e inocente Vivo. “Vi esa faceta suya floreciendo cuando hacía todos esos sonidos bobos. Vivo cuando tenía miedo, Vivo huyendo, Vivo riéndose, Vivo celebrando... Fue divertido ver a Lin sacando a relucir una cara diferente de su energía actuando”, describió.
La guionista latina insistió en que una de las claves de la película era unir lo antiguo con lo nuevo, la tradición con la modernidad. De esta forma, Vivo representa “el pináculo de la música popular cubana” como heredero del veterano maestro Andrés. Frente a estos dos personajes aparece Gabi, una joven algo alocada, con un toque anárquico y perteneciente a una generación completamente diferente tanto musical como espiritualmente. “Así tienes una película en la que una carta de amor escrita a mano instiga un viaje entero fuera del país. Pero también tienes un mundo en el que Gabi está pensando en el plan B, el plan C y el plan D con su smartphone”, describió.
Al margen del cruce de generaciones, Quiara Alegría Hudes recalcó el aspecto positivo, optimista y festivo de la película. “Celebrar es una palabra clave para mí. Me parece que la alegría y la fiesta son una forma de excelencia”, finalizó.