- Nuria López y Kontxesi Elejalde -es decir, las máximas responsables de la área cultural en el Ayuntamiento de Amurrio y su teatro municipal- están satisfechas del trabajo realizado durante los largos meses que llevamos de pandemia y no es para menos. De hecho, desde que se comenzó a oír hablar de cierre de instalaciones y la consiguiente suspensión de agendas y programas, en aras de minimizar los contagios, ambas se negaron a tirar la toalla y se empeñaron en, por lo menos, intentar ofrecer y mantener una programación de espectáculos y cine estable, que ahora, mirando atrás para hacer un balance de lo vivido y sufrido, les resulta tan positivo como gratificante.
“Estamos muy satisfechas, el tener abierto el teatro ha sido un reto duro, pero ofrecer una programación lo más normal posible también lo creíamos necesario, por todos los valores que tiene para el público, sin olvidar la importancia que tiene para el propio y castigado sector. La cultura es necesaria”, subraya López, concejala del área. Y es que, aunque Amurrio Antzokia, como tantos otros edificios e instalaciones públicas, se vio obligado a echar la persiana desde el 12 de marzo de 2020, la volvió a levantar el 9 de agosto para albergar el concierto de música clásica Bach en el espejo, que era una extensión de la Quincena Musical; así como en septiembre del mismo año, que acogió una actuación de Magialdia y varias charlas, para después -a partir de octubre y hasta junio de este año, que cerró por las habituales vacaciones estivales de la infraestructura- ofrecer una programación estable.
“Mucha gente nos llamaba sorprendida de que estuviéramos abiertos, pero la apuesta, aunque fuerte, era esa, y desde octubre, no ha habido menos programación que otros años. Lo que sí hemos procurado es hacer una única actividad por día, que ha afectado a la programación de cine”, apunta Elejalde, técnica de Cultura. Las cifras están ahí: 34 películas en 68 funciones, más cinco cintas infantiles y un documental (Jantzari), sin contar otras citas con el séptimo arte tales como Menditour o Gaztefilm; así como 14 funciones de teatro, cinco de ellas infantiles; diez conciertos, dos recitales de bertsolarismo y seis espectáculos de danza, además de dos galas de entrega del Guk de oro y el programa infantil Haziaraba, que ofreció tres actividades de teatro, cine e instalación de juego para menores de 0 a 6 años.
No contentas con ello, también hicieron que Amurrio fuera el primer municipio de la provincia en adherirse a la red de apoyo a la danza contemporánea Dagaz, que ha propiciado la organización de masterclass de baile y videodanza, así como -desde el pasado 11 de marzo- un taller semanal, que continuará de octubre a diciembre, y dos talleres coreográficos esporádicos, a los que se sumarán el próximo noviembre otros dos espectáculos con Kresala y Dantza. “Se probó en mayo con Ahaatik y la gente salió encantada. Es una experiencia de mediación que, más allá de disfrutar de un espectáculo de danza, te ayuda a entenderla”, aclaran.
Con todo, la pandemia ha estado y sigue estando ahí, y si de octubre de 2018 a mayo de 2019, Amurrio Antzokia registró una entrada de 21.879 personas, en el mismo periodo de 2020-2021 ésta se vio reducida a los 9.326 asistentes. Algo en lo que ha tenido mucho que ver las reducciones de aforo que se han tenido que aplicar: al 60% en su reapertura de agosto de 2020, y al 50%, desde el 31 de octubre hasta hoy. “La gestión en tiempo de pandemia es como una carrera de obstáculos, constantemente te tienes que ir adaptando a las normas que dictan, en cuanto a aforo u horarios y, en este sentido, hemos tenido que trabajar con mucha inestabilidad e incertidumbre”, reconoce Elejalde aunque, pese a todo, “solo hemos tenido que suspender dos funciones de teatro por problemas de salud relacionados con el covid, y se han reprogramado para otros días”, destaca.
De igual forma, el cierre obligado de cara al público, sufrido de marzo a agosto de 2020, no supuso la paralización del interior de Amurrio Antzokia, ya que “se aprovechó para reparar algunos desperfectos de la sala y a pintar camerinos y pasillos, para los que nunca se encuentra tiempo”, remarcan. Labor que compaginaron con estar ojo avizor a lo que se lanzaba desde las instituciones superiores en este ámbito. “Salió de manera muy precipitada una convocatoria del Gobierno Vasco, con Musika Bulegoa, para organizar conciertos en los teatros, que muchos técnicos nos decían que era imposible de lograr para un teatro como el nuestro, ya que estaba más enfocado a grandes ciudades, pero nos empeñamos, pudimos presentar solicitud y lo logramos”, recuerdan, en referencia a los conciertos de primer nivel, con artistas de la talla de Izaro, Nogen, Goazen u Olatz Salvador, que ha podido disfrutar Amurrio y con una respuesta “fenomenal por parte del público, con aforos llenos”, destacan.
Eso sí, para poder sacar todo esto adelante, primero han tenido que establecer unos estrictos protocolos de entrada y salida a la infraestructura, así como reforzar su limpieza. “Este año hemos duplicado el personal para atender al público en la sala, para ayudar en la acomodación y guardar constantemente la distancia interpersonal y el resto de normas de seguridad establecidas para combatir la pandemia y, para ello, se ha contado con la colaboración de los herri laguntzailes y de algunas auxiliares de cultura”, aportan.
Por su parte, el plan de contingencia de Amurrio Antzokia y la guía de recomendaciones para su sección técnica llegó el 30 de julio de 2020 aunque, desde entonces, se ha ido actualizando en base a la normativa y órdenes que iba dictando la consejería de Salud de Euskadi; así como ajustando en los procedimientos, de conformidad con la experiencia derivada de la práctica del trabajo diario. “Ahora ya tenemos flechas de indicación en el suelo, así como un sistema de señalización de butacas aptas o no para ocupar, que ya controla el público, porque al principio fue un poco locura para evitar apelotonamientos”, recuerdan, quienes también han extremado las medidas de limpieza. “La sala se ventila, tiene sistema de extracción y renovación de aire, y se ha comprado una pistola atomizadora que pulveriza un virucida que se aplica después de cada función. No nos consta que haya habido ningún contagio en Amurrio Antzokia, ha podido ocurrir antes o después, pero ¡en su interior no, de eso estamos más que seguras!”, exclaman. Al mismo tiempo dicen que “quienes han venido al equipamiento se han sentido seguros y nos han trasladado su agradecimiento por la programación ofrecida”, apostillan.
Amurrio Antzokia retornará a la actividad en octubre, para cuando se espera que ya este activa la venta online de entradas para la cartelera de cine, después de que el pasado enero entrase en funcionamiento la pasarela de pago virtual para espectáculos en directo. “Tarda más porque es un sistema que te lo tienen que homologar. De momento, hemos comprobado que la venta online y presencial se utilizan a partes iguales”, describen López y Elejalde, que recuerdan que hasta septiembre la oferta cultural en Amurrio sigue a pie de calle y gratis, a través del programa Udako kultur tantak, una iniciativa con la que el Ayuntamiento -tras confirmar que no habrá fiestas patronales ni de barrios- pretende seguir apostando por la cultura, durante los meses de verano, a base de cine, teatro y conciertos en pequeño formato.
“El tener abierto el teatro ha sido un reto duro, pero creíamos necesario ofrecer una programación lo más normal posible”
“La gestión en tiempo de pandemia es como una carrera de obstáculos, constantemente te tienes que ir adaptando”