Desde la puesta en marcha de ARTgia, el espacio de creación cultural de Judimendi viene haciendo una apuesta destacada por la visibilización de la mujeres creadoras de su entorno más cercano, una labor que tiene su punta de lanza en la ayuda anual EmART, un apoyo a la producción y exposición que en estos años ya ha dado importantes y reseñables frutos, y que ahora suma a cuatro creadoras más a su camino: Alejandra Bueno, Nefer Olaizola, Carolina Mattos y Xialú Zurutuza. De hecho, hoy mismo se abre en el local de la calle José Lejarreta la primera de las muestras que ha sido posible gracias a esta convocatoria.

Se trata de No soy flor de tu florero, una propuesta con la que Bueno pone en marcha un calendario que se extenderá hasta julio y que, por este orden, recibirá en el local de la calle José Lejarreta a Olaizola, Mattos y Zurutuza. En los cuatro casos, aunque las formas, planteamientos y resultados finales sean diferentes, hay un hilo conductor claro y evidente, la mujer, o mejor dicho, la discriminación e invisibilización que sigue sufriendo en un 2021 en el que tantas cosas quedan por hacer.

Humor y crítica. Fotografía y audiovisual. Son las herramientas de las que se sirve, en su caso, Bueno para abordar esta cuestión. En el punto de mira se encuentra ese ideal de mujer que parecer permanecer inalterable a pesar de la supuesta evolución de la sociedad, ese florero hogareño que la artista gasteiztarra sitúa en escenas cotidianas llevadas al extremo del absurdo para retratar una realidad que parece empeñada en no cambiar. De hecho, en uno de los tres audiovisuales la creadora recupera partes del NODO en blanco y negro que interviene con imágenes en color para hacer todavía más patente lo ridículo del discurso de una época no tan lejana.

En este sentido, y es algo que comparte con las otras tres artistas seleccionadas este año por el jurado configurado por ARTgia, Bueno tiene claro que “seguimos luchando” por cambiar pensamientos y comportamientos “muy integrados todavía”. Va a hacer falta más tiempo, también porque “en nuestras generaciones estos ideales de mujer siguen presentes”.

Tirando de este hilo, en mayo tomará el relevo Olaizola, que quiere poner el foco, a través de una instalación en la que intervendrán la literatura y el audiovisual, en “qué es ser mujer hoy, y mujer en el arte”, las problemáticas y experiencias.

Tras ella, en junio llegará la propuesta de Mattos, que se servirá de la silla como objeto para trabajar con el lugar, y así plantear una reflexión sobre el espacio de la mujer, sobre esos huecos vacíos “que no ocupamos, por ejemplo, porque no nos dejan”.

En julio, el cierre llegará de la mano de Zurutuza. En su caso, la fotografía y el bordado se pondrán al servicio de la creadora para mirar a rostros de “mujeres pioneras”, a las que “abrieron camino” en diferentes campos.

Así se podrá ver a lo largo de estos meses en el proyecto fundado y dirigido por la artista Irantzu Lekue. A partir de hoy es el turno de Bueno.