- Fue a principios del año pasado cuando hizo su debut en la novela con la publicación de Pan con vino y azúcar El de la ficción es un camino que, por supuesto, no va a abandonar. De hecho, durante el pasado confinamiento terminó de rematar otra historia que sigue dando los pasos habituales en estos casos antes de hacerse visible ante el público. Pero entre ambos títulos, Cristina Romea publica ahora Evolución, una invitación a la reflexión sobre los comportamientos del ser humano en la sociedad actual.

La situación manda y el covid-19 impide hacer una presentación oficial de momento. Todo llegará. Lo que no ha impedido el coronavirus es la publicación, tanto en formato digital como físico, de la obra. Al contrario. Evolución no deja de ser un libro cuyo contenido tiene que ver con el concepto de crisis, ya sea personal o de otro tipo. "Cómo nos sentimos con nosotros mismos, cómo nos valoramos y cómo valoramos a los demás es esencial. Si no tomamos conciencia de que hay situaciones en las que el error puede ser una ayuda para evolucionar a ser mejor persona, no avanzamos porque nos quedamos siempre con la culpa. La culpa no ayuda a avanzar, solo daña".

Con un "lenguaje muy sencillo y cercano" e incluso "poético", la escritora toma como punto de partida sus propias crisis personales en la relación, por ejemplo, con el dinero o entre hombres y mujeres, para hablar, primero, sobre cómo condiciona el presente de cada uno la educación y la herencia emocional recibida. "Nos posicionamos de un lado o de otro en todo, parece que no hay nunca más alternativa. Lo vemos también en la política, estamos polarizados". Frente a ello, "hay otro enfoque posible", una "visión pacífica hacia esas situaciones conflictivas que nos son comunes a todos".

Según Romea, "tenemos capacidad de construir o destruir a nuestro alrededor" pero hoy "la reflexión casi no tiene cabida. Vivimos muy deprisa, queremos todo ya. ¿Qué ocurre ante una situación conflictiva? Que lo primero que vamos a hacer es echar la culpa a otra persona. Ante una situación conflictiva, el echar la culpa a los demás, me exime de mi propia responsabilidad", lo que termina en una repetición de patrones que no conduce a nada, ni al individuo en sí ni a la sociedad en su conjunto, volviendo el ejemplo de la política a la palestra. "Al final, lo que determinan las situaciones es la percepción que tenemos ante ellas. Este libro intenta dar otro punto de vista, otra percepción ante esas situaciones". Para ello es necesario "cambiar la mirada, conectar con nosotros mismos, para poder construir e ir a la cooperación, más que a la competitividad, e ir a la pluralidad más que a la separación. Hay una energía que va hacia la cooperación, la unión y la construcción".

Entre estas y otras cuestiones hace su camino Evolución, que toma como referencia otros escritos anteriores de la propia autora. "Son reflexiones que a mí me han servido y que quiero compartir. Al fin y al cabo, esa posición de víctima, de que todo me sale mal, no ayuda. Frente a eso, puedes transformar la relación contigo y, por ende, con los demás".

Tras su debut en la ficción a principios de 2019, la escritora está preparando una nuevo título siguiendo este camino

Aunque el coronavirus va a impedir una presentación al uso en la capital alavesa, el libro ya está disponible en su versión física y digital