- Metal, rock, estética post-apocalíptica y con mucho maquillaje y muchos aires circenses. Así es la propuesta del grupo 4 Villains, que está liderado por la voz sobresaliente de Almudena Hormaechea, conocida como Malmudena. La vizcaina se acaba de estrenar en Netflix como concursante de ¡A cantar!, un talent show-karaoke que supone una de las primeras incursiones de la plataforma en un formato reservado hasta ahora a las cadenas generalistas. “Solo se valora la afinación, sin importar la técnica vocal o el estilo propio”, explica en esta entrevista Almu, que tuvo que demostrar su talento en Londres al ritmo de temas de cantantes de los años 80 como Tino Casal, Madonna y Rick Ashley, entre otros. Y salió bastante bien parada. “No lo vamos a contar todo, mejor que haya sorpresas”, apostilla enigmática.
¿Cómo llegó a esta aventura, puesto que nunca había participado en un ‘talent show’?
—Todo comenzó cuando me contactaron a través de las redes sociales. Tuve que preparar varias canciones y tras hacer más entrevistas que para ser astronauta, me seleccionaron para uno de los programas, que se grabó en Londres.
¿Es la única vasca, del total del medio centenar de participantes?
—En este concurso participan media docena de personas por entrega. Son un total de ocho, así que somos 48 personas en total. Y sí, todas del Estado, pero creo que soy la única vasca; y vizcaina, claro.
Cuénteme la mecánica del concurso...
—Es una especie de karaoke, muy similar al conocido Sing Star, en el que un denominado programa de análisis de voz determina la afinación de cada participante comparada con la canción original. Es decir, se valora cantar exactamente igual de tono, sin importar la técnica vocal o el estilo propio. Comienzan los seis participantes y cada canción va eliminando a uno por votación popular. Cuando quedan tres, el sistema decide a quién expulsa.
¿Y cómo se eligen las canciones que se van a interpretar?
—En cuanto a las canciones del talent show, las define producción. En mi caso, eran todas de la década de los años 80. Una de las mayores dificultades es que todos cantamos la misma canción y en el mismo tono, lo que hace que haya algunas más sencillas para hombres y otras, para mujeres. Mi episodio es el número seis y, como te decía, se centra en los 80. Lo grabamos en Londres, a finales de 2019, y como en todos los episodios se utiliza el mismo plató de televisión, entiendo que en el resto también.
Habrá que estar atentos al ganador. ¿Cuál es el primer premio?
—El vencedor puede llevarse un máximo de 30.000 euros, cantidad total que se va reduciendo cuando los concursantes desafinan. Por lo tanto, cuanto mejor se canta más bote se va acumulando.
Creo que hay también algún premio especial que concede el presentador del concurso, el cantante y actor Ricky Merino, concursante de ‘OT’ en 2017.
—Así es. Hay otros premios puntuales en el concurso, como el de Ricky o el de la Nota de Oro, que se entrega por afinar en unos puntos concretos de la canción.
Por lo tanto, lo que más se tiene en cuanto de los concursantes es la afinación.
—Si, de hecho, es lo único que se valora. Además, algunas técnicas vocales como el vibrato (pequeñas oscilaciones de afinación) pueden llegar incluso a penalizar. Los participantes no votábamos, ya fuera para expulsar a quien desafina o a los rivales. Yo gané el premio de Nota de Oro por afinar en el típico y conocidísimo grito del estribillo de Eloise.
Ha participado en una de las primeras incursiones de Netflix en los ‘talent shows’ o ‘realities’. ¿Contenta de la experiencia?
—La verdad es que saber que el programa se ve en todo el mundo da un poco de vértigo.
No me extraña, la repercusión internacional de series como ‘La casa de papel’ ha sido tremenda. Ha convertido a sus actores en estrellas conocidas en varios continentes.
—He llegado incluso a recibir felicitaciones desde Sudamérica por mi actuación. Es increíble, estoy muy agradecida por la oportunidad que me han dado desde el programa. Además de la propia experiencia, que ha sido brutal, he conocido a cantantes de todo el país con los que hoy todavía sigo en contacto.
De casta le viene al galgo, ya que usted ha vivido en una casa muy musical. No en vano su aita, Marcelo Hormaechea, ha sido miembro de bandas como Gin-Tonic y los más conocidos Rufus. Estos últimos tuvieron varios éxitos en los años 80 con canciones como ‘Revistas del corazón’ o ‘Y te tengo’.
—Desde pequeña en casa escuchaba rock y música clásica. Empecé tocando el piano a los 4 años con mi madre y llevo desde entonces haciendo ruido (risas). Durante ese tiempo he actuado en conciertos de estilos que van desde el black metal hasta el reggae, al principio tocando los teclados y haciendo coros. Después ya pasé a ser frontwoman y teclista en una banda de metal gótico con la que giré por Europa. El hecho de que mi padre sea bajista profesional seguro que ha tenido algo que ver. Creo que habría que preguntarle a él, sí.
Se gana la vida como nutricionista pero, tras muchos años volcada en la música, lleva un tiempo al frente del grupo 4 Villains, un cuarteto que completan el guitarrista Xabi, la bajista Eva y el batería Alain, que se dedica también al mundo del audiovisual.
—Somos un grupo paritario con canciones mayoritariamente en inglés, pero también algunas en castellano y euskera, como Yo no quiero ser o Zoroen jokoa, respectivamente.
Su imagen resulta impactante.
—4 Villains tiene un estilo que va del pop-rock hasta el metal alternativo. Con mucho maquillaje y poca vergüenza, hemos preparado un espectáculo que mezcla la fuerza del show en directo con el entretenimiento del circo. Lo hemos llamado Freak show.
Como el título de su debut, que se editó a finales de 2019.
—Sí, es un EP de seis canciones grabadas en Kobaestudio, por el que han pasado Berri Txarrak, Zea Mays y Ratzinger. Y me gustaría matizar que los coros masculinos que suenan en las canciones los hago yo misma, aunque pueda sorprender al oyente (risas). Me han preguntado más de una vez quién es el chico que canta conmigo en esas partes. Estoy aprendiendo esa técnica que se llama gutural y es habitual en algunos tipos de música metal.
¿Como va 4 Villains después del debut discográfico? No sé si había fechas en vivo, pero la pandemia habrá acabado con ellas.
—Son días oscuros para la música y todo esto nos pilló recién sacado el disco. Tuvimos que paralizar la gira de presentación. Por suerte, los festivales cuentan con nosotros para el año que viene. Nos han surgido oportunidades para dar conciertos este año, pero nos hemos visto obligados a rechazarlas porque nuestro espectáculo no está pensado para verlo sentado desde la distancia. Por ahora, os invitamos al Woman Metal Night, el 14 de Noviembre en la sala Groove de Portugalete. En 2021 hemos confirmado nuestra participación en los festivales de metal organizados en Zeberio y Dima, en junio y septiembre, respectivamente.
“En este programa se valora cantar exactamente igual de tono, sin importar la técnica vocal o el estilo propio”