- A The Faithless le tocaba subirse este fin de semana a uno de los escenarios del ARF a demostrar que, en casa, también hay músicos de larga trayectoria que saben hacer hard rock y metal de calidad, tras dos exitosos discos en el mercado y un tercero en plena grabación (en los gasteiztarras Silvestar Studios de Iker Bengoa), pero la pandemia no les ha rebajado ni un ápice sus planes de crecimiento como banda, sino más bien todo lo contrario. De hecho, confirmada su asistencia a la edición de 2021 en Mendizabala, ven la situación como una doble oportunidad a aprovechar para dar a conocer su nuevo trabajo -englobado por diez temas- en un escaparate de reconocido prestigio, que piensan acompañar de una nueva gira estatal y, por qué no, una vez consolidados, cruzar fronteras. De hecho, de la mano de su nuevo manager -Unai Endemaño, y su promotora Endemonium Booking- tienen ideada una estrategia de lanzamiento mucho más meditada, de la que esperan buenos resultados. Abel García (voz), Iñaki Nogueira (guitarras) y Fer Heras (batería) así lo cuentan en una charla con DNA en la que no pudo estar Manolo Lolín (bajo).

La pandemia también ha hecho que hoy no pueda estar aquí con nosotros el bajista Manolo 'Lolín', por motivos de residencia. ¿Cómo han vivido el confinamiento?

-La verdad es que muy tranquilos y aprovechando el tiempo para preparar el nuevo disco. Teníamos ya compuestos los diez temas que lo van a integrar, pero nos faltaban detalles por pulir. También es cierto que, en un principio, estaba previsto entrar a grabar en mayo y, como no podíamos juntarnos para ensayar, lo hemos tenido que hacer cada uno desde su casa y, al final, hemos andado justos. Es como si nos hubieran robado en torno a un mes para prepararnos para el estudio, al que nos gusta ir con todo más que mascado.

Entraron el pasado día 8 a grabar, y de nuevo se han puesto en manos del ingeniero de sonido y guitarrista de Childrain, Iker Bengoa.

-Sí, eso era algo que teníamos muy claro, no solo porque sea un gran profesional que ya nos conoce, después de grabar con él To the end€ (2016) y Fighting the shadows (2018), sino también porque su nuevo estudio (Silvestar Studios) está de lujo. Ha hecho en ellos una fuerte inversión, enfocada a producciones de las gordas, y a nosotros encima nos viene genial porque estamos en casa. La base rítmica -batería y bajo- ya está grabada, esta semana le ha llegado el turno a Iñaki y sus guitarras, y cuando termine, entrará Abel a meter las voces. Calculamos que para 2 de julio estará terminado el master; es decir, grabación, mezclas y masterización, de cara a poder lanzarlo al mercado a finales de noviembre o principios de diciembre, pero con una estrategia de marketing mucho más meditada, con más cabeza, de la que esperamos buenos resultados.

¿En qué va a consistir esa estrategia?

-Primero se lanzará un single, después un videoclip, luego un lyric y, por último, el disco. Es el plan de nuestro manager Unai Endemaño, de la promotora Endemonium Booking, cuya entrada en nuestro equipo va a suponer un antes y un después. Ya íbamos encaminados a dar un pequeño salto, siempre ha sido nuestra pretensión seguir creciendo como banda, pero ahora -sobre todo el hecho de haber logrado un sitio en el cartel del ARF- creemos va a suponer nuestra consolidación. Es un importante escaparate que tenemos la intención de acompañar con otra gira estatal y, si se da la oportunidad, dar el salto a Europa, cruzar fronteras. Más adelante, por supuesto, primero toca asentarse.

Entonces, ¿la suspensión del Azkena Rock Festival ha supuesto un mazazo a sus planes?

-Sí, en el sentido de que tenemos muchísimas ganas de volver al directo, somos carne de escenario y, como decíamos, tocar en el ARF es como un sueño que estaba a punto de cumplirse y se te escurre de los dedos. Pero nos lo hemos querido tomar como algo positivo, estamos confirmados para 2021 y, quieras que no, no todo el mundo puede presumir de estar dos años en cartel (risas). No, ahora en serio, lo vemos como una doble oportunidad, porque si esta edición hubiéramos podido hacer un concierto repaso a nuestra trayectoria, metiendo como mucho dos de los nuevos temas en el repertorio, en la de 2021, cambiará mucho la cosa y para bien porque iremos con un flamante tercer disco bajo el brazo que mostrar desde el escenario de Mendizabala. Seguimos con la idea de hacer historia en nuestra casa. Tengamos que esperar lo que haya que esperar, acabará produciéndose.

¿Qué otros bolos se les han caído?

-Unos cuantos. En marzo estábamos confirmados en el Festival Hijos del Rock en Madrid y, el pasado día 6 actuábamos, junto a Brujería y Overloud, en el Motor Kick de Donostia, que no ha podido ser. Asimismo, en agosto está el Galia Metal Fest de tierras pucelanas, que suponemos lo llevarán a 2021, aunque aún no han anunciado nada al respecto; y de cara a octubre, aunque esperamos que para esas fechas se mantengan, tenemos en cartera Valencia junto a Jolly Joker (día 17) y la sala Burubio de Amurrio (día 30). Hay alguno más, pero la verdad es que ha estado todo muy parado y es ahora cuando se están empezando a atar nuevas contrataciones, que ya va siendo hora. Es curioso que la cultura haya sido lo que más se ha consumido durante el confinamiento, ya sea música, cine, libros o similar, y que haya un claro menosprecio hacia las personas que la crean.

¿A qué se refieren?

-A que todo el mundo consume arte o cultura y da por sentado que es gratis, cuando nada lo es, ni un bolo de entrada gratuita. Siempre hay alguien que asume los gastos, ya sea el promotor X o el bar Z, y eso se pierde de vista, aunque a la hora de exigir todo el mundo exige. En nuestro caso, los músicos tenemos que asumir infinidad de gastos en instrumentos, desplazamientos€ por citar alguno, y sin contar los largos años de ensayos. No se ve como un trabajo o una profesión, sino como un pasatiempo para nuestro disfrute personal. Es un problema educacional y social, que en otros países no pasa. Por ello, pediríamos un poco de respeto al trabajo del artista. No queremos ser más ni mejores que nadie, sabemos que temas como la sanidad o la alimentación están primero, pero sí que se considere el valor del arte. En esta pandemia lo hemos visto, la cultura es esencial, porque sin arte y sin cultura somos animales, y un país que no respeta a su cultura, igual.

¿Es esta reflexión el eje temático del nuevo disco?

-Las letras del nuevo trabajo hablan de todo y de nada, de la vida. Desde la problemática de la inmigración y la política del miedo, al paso del tiempo y el descubrimiento de cosas con la mente, en un intento de viajar más allá de la realidad. Sí que es como más filosófico, reflexivo e incluso místico. Hemos descubierto a Fer Cervantes Saavedra (risas).

¿Cómo es eso?

-Ocho de los diez temas los ha escrito nuestro batería, Fer Heras. En los anteriores discos contamos con la colaboración de Coke González en las letras, pero esta vez le hemos pillado con muchos proyectos entre manos y no ha podido ayudarnos. Así que se puso al lío Fer, que jamás había hecho algo así y le ha cogido el gustillo, eso sí, en castellano. Al inglés las ha transcrito otra de nuestras grandes colaboradoras, Urika Hernández, que, además de encajarlas sin que pierdan la esencia, ha creado la letra ya en inglés de los otros dos temas.

¿La composición musical ha vuelto a ser coral?

-Sí, las ideas y arreglos musicales son de Iñaki y Lolín, que las han compuesto a guitarra y bajo. Luego Fer creó la percusión, y Abel selló el trabajo con sus melodías, para adaptar todo -música y letras- a su voz.

¿En qué estilo encajarían este tercer disco? ¿Cómo lo definirían?

-Va en la misma línea del segundo disco, pero mucho más homogéneo y compacto. Ha habido un salto a nivel de composición y hay desde el metal más bestia hasta el rock más clásico, aunque sí es algo menos metalero y jugamos más con medios tiempos. Como más rockero pero con más groove, lo que no significa que no sea cañero, porque lo es y bastante. Hemos madurado como grupo y nos ha consolidado. Las canciones son de disfrutar en directo y, aunque también hay temas muy elaborados en cuanto a técnica, estamos seguros de que nos los vamos a pasar muy bien tocando el disco.