- A principios de abril y con su sede física de la calle Correría cerrada, Zas empezó a desplegar un amplio abanico de acciones y propuestas sirviéndose de las nuevas tecnologías e Internet con la intención de continuar con los fundamentos que impulsaron la creación del proyecto y generar “un espacio de reflexión y crítica” pegado a la actualidad, a la situación generada a partir de la aparición del covid-19. Muestras, concursos, talleres... siguen produciéndose a través de la página zaskultur.com. Eso sí, aunque esta línea de trabajo se va a mantener, ha llegado el momento, dentro de las fases de desescalada, de regresar al local del Casco donde hasta ahora tantas cosas han ocurrido en torno a la creación artística contemporánea aunque el silencio haya dominado a la fuerza las últimas semanas.
Para esta reapertura se ha optado por reunir en un mismo lugar las obras que hace dos meses dieron forma y fondo a Confinadxs, aunque la muestra colectiva pasa a denominarse ahora ConfinadxsExconfinadxs, pudiendo ser visitada desde hoy, cumpliendo las pertinentes medidas de seguridad e higiene establecidas por el estado de alarma, hasta el 25 de julio. Como tal, no va a producirse un acto de inauguración, aunque desde las 19.30 horas, las piezas de Rubén Díaz de Corcuera, Jorge Salvador, Nerea Lekuona, Natalia Albeniz, Irene Villalva, Mel Arranz, Fernando Iglesias, Josean Pablos, Iñaki Larrimbe, Nuria Pérez-Cárcamo, Virginia Lekuona, Koko Riko, Natxo Rodríguez, Txaro Arrazola e Ibon Sáenz de Olazagoitia tendrán una nueva ubicación de cara al público.
Cabe recordar que la exposición original tenía dos fundamentos básicos. Por un lado, que cada creador aportase una obra relacionada con la pandemia y sus consecuencias. Por otro, que la muestra resultante se produjese al mismo tiempo de manera virtual a través de la web de Zas y de forma presencial en la casa de cada uno de los artistas participantes. Es decir, con el confinamiento en su momento más duro, piezas, autores y público se relacionaban igual que en cualquier otro área de la sociedad: separados, desde cada hogar y a través de una pantalla. Pero ahora que la desescalada avanza, Exconfinadxs responde a la misma lógica que guía lo que está aconteciendo en esta sucesión de fases: obras, artistas y ciudadanía pueden encontrarse en un mismo lugar pero con restricciones de diferente tipo a la espera de una nueva normalidad todavía por definir.
En este juego, que sugiere no pocas reflexiones en diferentes planos sociales y artísticos, Zas regresa a su sede, sin perder de vista que va a mantener su labor en Internet. Una doble vida muy propia de estos tiempos de coronavirus, de un contexto en el que también el espacio -cuyas actividades son gratuitas aunque remunera a los artistas su trabajo- también ha abierto una posibilidad de hacer donaciones económicas a través de su web.